La polémica sobre si debe haber terrazas en el paseo del Born vuelve al candelero de la mano de los propios restauradores. Los propietarios de los bares lanzaron ayer una propuesta al Ayuntamiento de Palma: limitar el número de establecimientos de restauración que se pueden instalar en el Born. "Somos cuatro negocios y deberíamos seguir siendo cuatro", aseguró el portavoz de los locales del Born, Juan Miguel Ferrer, que agregó que tienen "predisposición absoluta" para consensuar con el Ayuntamiento una norma que marque un límite.

Los restauradores argumentaron su propuesta en que "tiene que haber un equilibrio entre bares y comercios". En la actualidad hay cuatro bares en la calle y todos ellos disponen de una terraza en mitad del paseo desde que en marzo de 2012 el equipo de gobierno de Mateo Isern autorizara su instalación a modo de prueba piloto. "No es que no queramos competencia, sino que está bien que se ponga un techo. [...] Si con cuatro terrazas ha funcionado, dejémoslo en cuatro", argumentó Ferrer.

Los restauradores explicaron ayer su proposición acompañados de asociaciones de comerciantes. Aseguran que la situación actual es de "convivencia" y manifestaron su preocupación ante el posible cierre de las terrazas. Públicamente el Ayuntamiento nunca se ha mostrado a favor de cerrar las terrazas, sino de realizar un estudio de viabilidad. Entre otros aspectos, Cort abrió la puerta a reducir su tamaño o a trasladarlas a la calle peatonal que hay en un lateral del paseo.

Reunión con Cort

Sin embargo, los restauradores aseguran que en un encuentro privado este verano la concejala de Gobierno Interior, Aurora Jhardi (Som), les comunicó la intención de quitar todas las terrazas de bar del paseo.

"Ninguno de los cuatro bares son autosuficientes con las mesas del interior. Si nos quitan las terrazas tendremos que cerrar los negocios. Entre los cuatro locales damos trabajo a 57 personas, que llegan hasta 70 en temporada alta", señaló el portavoz de los bares.

Por su parte, la presidenta de la Asociación de Comerciantes del Born, Carolina Domingo, aseguró que la presencia de las terrazas ha contribuido a "frenar la degradación" del paseo. "Antes el Born tenía muchos problemas. Había gente que patinaba y rompía el mobiliario, había mucha suciedad e indigentes que dormían en los bancos. Estamos asustados [por el posible cierre de las terrazas] y no queremos volver a lo de antes", señaló Domingo.

El presidente de la Asociación de Restauradores de Mallorca, Alfonso Robledo, aseguró que desde septiembre esperan una respuesta sobre el futuro de las terrazas del Born. "Estamos en noviembre y todavía no han dicho nada. Restauradores, comercios y vecinos están de acuerdo con que las terrazas se queden. No sé quién más puede quejarse, porque nosotros somos los que estamos aquí", concluyó Robledo.