­Las primeras valoraciones realizadas por el departamento de Urbanismo del Ayuntamiento de Palma del solar que ocupaba el estadio Lluís Sitjar y el de Son Moix para una posible permuta ha dado resultados muy dispares. Si solo se tiene en cuenta el valor de los terrenos, los aproximadamente 25.000 metros cuadrados del antiguo campo de es Fortí tiene un coste de 7 millones.

No obstante, esta cifra puede multiplicarse por cuatro hasta rondar los 30 millones si a la hora de expropiar este solar se considera el precio medio al que se vio obligado a pagar el Ayuntamiento de Palma los terrenos del antiguo Canódromo, situados también en una zona que debe desarrollarse como espacio libre público dentro de la futura Cuña Verde.

La valoración del estadio de Son Moix ronda también los 30 millones, hecho que facilitaría una posible permuta entre el Lluís Sitjar, cuyos terrenos pasarían a ser municipales, y el estadio de Son Moix, que pasaría a ser propiedad del Real Mallorca.

El teniente de alcalde de Modelo de Ciudad, Urbanismo y Memoria Histórica, Antoni Noguera, no quiso ayer hacer públicas estas primeras valoraciones, alegando que se trata de cifras "confidenciales" y que, en cualquier caso, no son las definitivas, puesto que hay que tener en cuenta aún numerosas variables hasta llegar a la valoración final tanto del Lluís Sitjar como de Son Moix.

Entre ellas que el Real Mallorca diga qué parte del solar de Son Moix quiere que se asocie a la futura propiedad del estadio, puesto que en la valoración actual se tiene en cuenta no solo el campo de fútbol, sino que se incluye también el estacionamiento y el polideportivo.

Asimismo, hay que tener en cuenta que la valoración de Son Moix está condicionada por el hecho de que el Real Mallorca dispone del uso del estadio, en virtud de un convenio alcanzado con el Ayuntamiento de Palma, por 40 años prorrogables a otros 25. Al final de este período, las instalaciones existentes deberán revertir al Ayuntamiento y estarán completamente amortizadas y no tendrán ningún valor.

Como en cualquier equipamiento deportivo, el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) permite que un 40 por ciento se destine a un uso distinto al principal, entre los que se incluyen el comercial y el administrativo, entre otros.