Joana Prats Mayans no podrá soplar 107 velas el próximo 17 de febrero, fecha en la que cada año celebraba su aniversario con sus familiares. La centenaria de la barriada de la Soledat, conocida como la abuela de Palma por su longevidad, falleció ayer a las cinco de la madrugada después del derrame cerebral que sufrió hace tres semanas. Primero fue ingresada en el hospital de Son Llàtzer y, hace una semana, la trasladaron al Joan March, como relató un miembro de la familia. El funeral tendrá lugar el lunes, 2 de noviembre, a las 20 horas en la iglesia de la Soledat, su barrio de toda la vida y donde residía con su hija Joana Peña, la menor de cuatro hermanos.

Además de ella, José, Catalina y Rafael, la centenaria contaba con la compañía de sus nietos, biznietos y amigos, que el 17 de febrero de este año celebraron su último cumpleaños con tarta y velas. La mayor fiesta que vivió fue en 2009 por su centenario, ya que el Club de la Gent Gran de la Soledat organizó un homenaje y una misa en la iglesia del barrio, donde el lunes se reunirán sus allegados, vecinos y amigos.

Joana Prats quería llegar a los cien años y lo consiguió con "buena salud", como contaba por aquel entonces. De hecho, era asidua de la asociación Bona Gent de Santa Catalina, donde la llamaban sa nina.