­Mientras el Partido Popular prosigue con las acciones tendentes al mantenimiento del monumento al crucero Baleares, el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Palma acelera los trámites para su derribo.

El pasado lunes el departamento de Cultura y Patrimonio Histórico de Cort solicitó al de Infraestructuras el inicio de los trámites pertinentes con el fin de "derribar y retirar definitivamente" el monumento dedicado al crucero de guerra Baleares de sa Feixina "por su sentido exaltador de la Guerra Civil y del régimen franquista, de acuerdo al informe de 16 de septiembre de 2015 de la arqueóloga municipal".

Asimismo, se les solicita que el espacio ocupado por el monolito sea restablecido mediante un proyecto que se inspire "con el diseño de ajardinamiento que proyectó el arquitecto municipal y alcalde Guillem Forteza".

Como consecuencia de esta petición ayer por la mañana una grúa con varios operarios procedió a tomar muestras del monolito, con el fin de redactar el proyecto de demolición y el correspondiente estudio de costes.

Su presencia provocó la alarma entre un sector de la población que pensó que ya se había iniciado la demolición del monumento, tal como denunció en la comisión informativa de servicios a la ciudadanía la portavoz del grupo municipal del PP, Margalida Durán.

En relación al proyecto de demolición y de restitución de la zona, el concejal Miquel Perelló explicó que una vez se disponga de estos documentos deberán ser aprobados por la comisión de gobierno y convocar un concurso para la adjudicación de las obras. En relación al proyecto del arquitecto Guillem Forteza, Perelló aclaró que no se pretende ejecutar su propuesta en la totalidad del parque de sa Feixina, sino única y exclusivamente en el espacio que deje libre el monolito tras su demolición.

Al respecto, explicó que este arquitecto municipal se opuso a la ubicación del monumento, porque concebía sa Feixina como un espacio diáfano desde donde los alumnos del colegio público Jaume I, también proyectada por él, pudieran ver el mar. Para Perelló, aunque el Consell catalogue el monolito, éste podría ser derribado en aplicación de la Ley de la Memoría Histórica, ya que una sentencia del Tribunal Supremo, que data de 2012, avala la desprotección de elementos patrimoniales de exaltación de la Guerra Civil.

La decisión del equipo de gobierno y la discusión de las proposiciones presentadas por el PP y Ciudadanos, que han hecho suya la propuesta de ARCA, que solicita la convocatoria de una consulta popular, fue motivo de tensión en la comisión informativa del pleno celebrada ayer.

El concejal Aligi Molina (Som Palma) pidió al PP que no "esconda una cuestión ideológica y política bajo argumentaciones técnicas" afirmación que fue considerada como un insulto por la portavoz conservadora, por cuanto con anterioridad el concejal había afirmado que el de sa Feixina constituye un símbolo fascista.