Los propietarios del local donde se sitúa el Forn des Teatre, en el número 9 de la plaza de Weyler, deberán pagar 140.000 euros a sus inquilinos porque el local alquilado tenía un estado de conservación deficiente. Según la sentencia de la Audiencia Provincial, en 2004 se clausuró en el local la actividad de obrador por unas filtraciones de agua. Además, la estructura del inmueble estaba dañada. Sin embargo, los propietarios tardaron ocho años en reparar las deficiencias.