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Tribunales

Cort pagará 17.000 euros a un conductor herido por un antiguo pilón de la zona Acire

El poste metálico de la plaza de Santa Magdalena se disparó cuando un ciudadano entraba con su furgoneta y le causó lesiones graves en el abdomen, la espalda y la cabeza - Ocho años después, el Ayuntamiento ha sido condenado y deberá indemnizarle

El siniestro tuvo lugar en el acceso al Acire de Sant Jaume situado en la plaza de Santa Magdalena. Maria del Mar Sierra

Los pilones retráctiles que el Ayuntamiento de Palma instaló en las zonas Acire (Áreas de Circulación Restringida) siguen dando que hablar. Este sistema para frenar la circulación de coches quedó obsoleto hace años y, poco antes de que el consistorio palmesano los sustituyera, causaron muchos quebraderos de cabeza a los ciudadanos.

Tras ocho años de pedir Justicia, los tribunales han dado la razón a un vecino que sufrió un accidente por culpa de los postes metálicos. El Ayuntamiento deberá pagar casi 17.000 euros a la víctima para indemnizarle por el aparatoso percance.

El siniestro tuvo lugar en julio de 2007 cuando el vehículo iba a entrar al Acire del barrio de Sant Jaume. Estaba conduciendo una furgoneta por la plaza de Santa Magdalena. Tras pasar por el punto de acceso, donde los conductores acercaban la tarjeta que les permitía entrar, sufrió un accidente.

El pilón retráctil se levantó antes de que la furgoneta hubiese tenido tiempo de cruzar. La consecuencia fue que el poste metálico rompió el suelo del vehículo e impulsó al conductor, que acabó con golpes en el abdomen y el cráneo y problemas de espaldas. El hombre tardó más de cinco meses en curarse de las lesiones y todavía padece secuelas.

En una reciente sentencia, un juzgado de lo contencioso administrativo de Palma da la razón a la víctima y condena a Cort por aquel suceso.

La víctima esperó a curarse de sus lesiones antes de quejarse ante el consistorio palmesano. En 2008 planteó una reclamación de responsabilidad patrimonial para que el Ayuntamiento se hiciera cargo del coste de la reparación de la furgoneta y para que le compensará por las lesiones sufridas.

Siguiendo una práctica habitual de Cort, los servicios jurídicos municipales no se molestaron en responder al ciudadano. Ante el silencio institucional, a la víctima no le quedaba otro camino que reclamar ante los tribunales.

El juzgado consideró probado que el accidente tuvo lugar y que los daños -tanto los físicos como los que padeció su furgoneta- también han quedado demostrados.

Según señala la Justicia, ese pilón "ya había tenido un funcionamiento defectuoso" en anteriores ocasiones. Las estadísticas del consistorio señalan que al menos se habían efectuado nueve reclamaciones más antes que la de este ciudadano.

Además, el juez tiene en cuenta que en enero de 2009 -un año y medio después del siniestro- todos los pilones retráctiles de la ciudad quedaron inoperativos. Cort argumentó que se rompían a menudo, que ya no había recambios para este mecanismo y que el sistema se había quedado anticuado.

Actitud "negligente" de Cort

La sentencia entiende que el Ayuntamiento no cumplió con los "estándares de seguridad exigibles" y que la corporación municipal fue "negligente" en el mantenimiento de los pilones retráctiles. Además, el fallo señala que, durante el juicio, Cort ni tan siquiera se molestó en demostrar que los pilones podían haber funcionado correctamente.

Por todos esos motivos, el juzgado condena al Ayuntamiento de Palma a indemnizar a la víctima con una cantidad que ronda los 17.000 euros. A esa cifra se deberán sumar los intereses legales desde el año 2008, por lo que la cantidad final que abonen las arcas públicas municipales podría superar los 22.000 euros.

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