La Autoritat Portuària de Balears (APB) ingresó 60,7 millones de euros durante 2014, una cifra de negocio neta muy inferior al 2013, cuando se obtuvieron 65,6 millones de euros. La mitad de los ingresos obtenidos se debieron a las embarcaciones de recreo, principalmente a los amarres de yates (29,5 millones).

La segunda línea de ingresos son las mercancías, que han dejado a las arcas del organismo público 9,4 millones de euros, seguido por las tasas de cruceros, por las que han cobrado 7,9 millones.

Esas son algunas de las cifras destacadas de la memoria anual de la APB del ejercicio 2014, que ha sido presentada esta semana. La memoria, en la que todavía figura como presidente el destituido Alberto Pons, también muestra un descenso en el número de cruceros que han llegado al archipiélago (baja de 699 a 678). Sin embargo, crece ligeramente el número de pasajeros de barcos turísticos hasta los 1.586.000 visitantes. Los pasajeros de líneas regulares de barco alcanzan a un récord histórico de 4,8 millones.

La APB recibió en todo el año pasado 591 solicitudes o reclamaciones, la mayoría (46%) relacionadas a la conservación de las instalaciones.