Las fuerzas de seguridad están investigando la actuación de un policía local de Palma, que supuestamente falsificó un carnet profesional para que su esposa pudiera entrar gratis en el cine. Y, además, también se investiga la causa por la que un determinado mando policial, que tuvo en sus manos este documento falso, no ha puesto el asunto en conocimiento del juzgado, a pesar de que podría tratarse de un caso de falsificación de documento oficial, que está penado con una sanción mínima de tres años de cárcel.
Los agentes de la Policía Local de Palma aún disfrutan de ciertas prebendas, aunque pocos se aprovechan de ellas. Uno de estos beneficios es que en un determinado cine de la ciudad se les permite entrar gratis en la sala. Uno de ellos, que está identificado, según se ha constatado, solía aprovecharse de este privilegio y acudía con frecuencia al cine. Él no pagaba nunca, pero para que su mujer tampoco pasara por taquilla, supuestamente, mostraba un documento que indicaba que ella también era Policía Local. La mujer nunca ha formado parte de la plantilla policial.
Hace varias semanas la pareja acudió al cine a ver una película. Al pasar el filtro de entrada en la sala, cada uno mostró su respectiva acreditación. El empleado no se dio cuenta que una de ellas era falsa. La acreditación era prácticamente idéntica a la oficial, con la fotografía de la mujer y con un número profesional, que también era falso. La mujer no tuvo después la precaución de guardarse el documento en la cartera. Parece que se lo colocó en un bolsillo y al sentarse se le cayó, sin que se diera cuenta de ello.
Fue después, cuando la pareja ya había abandonado la sala, que una empleada del cine localizó el documento. Tampoco sabía que era falso y se limitó a entregarlo a un responsable de la empresa. Al tratarse aparentemente de una acreditación profesional, el documento fue entregado en el cuartel de San Fernando, comunicando que una de las agentes lo había perdido.
En el cuartel saltaron las alarmas. De todos los que tuvieron el documento en sus manos, nadie conocía a la mujer de la foto. El número que aparecía tampoco correspondía a una mujer. Cuando se comprobó los detalles del documento se constató que era falso, pero era evidente que una persona desconocida lo había estado utilizando.
El carnet pasó por varias manos, hasta que uno de los funcionarios descubrió que la fotografía correspondía a la mujer de un policía local. Los investigadores han constatado que este documento fue finalmente entregado a uno de los comisarios de la Policía Local al tratarse de un presunto delito de falsedad cometido por un funcionario. El agente fue citado para que diera explicaciones y reconoció que el documento lo había estado utilizando su esposa. Aunque existían razones para que el policía pudiera ser denunciado por un delito de falsedad, parece que internamente se ha decidido que el caso no trascienda. Es decir, a día de hoy, no solo no se ha elaborado un expediente interno y se ha propuesto una sanción, sino que tampoco se ha puesto el caso en conocimiento ni de la fiscalía, ni tampoco del juzgado de guardia. Por ello, no se descarta que ahora se denuncie al presunto autor de la falsedad y al mando policial que parece que ha tapado este caso.
