La dimisión irrevocable por motivos familiares y personales de Miquel Comas, hasta el lunes primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Palma, se ha producido en pleno proceso de convergencia entre Som Palma, la candidatura instrumental que encabezó, y Podemos, el partido liderado por Pablo Iglesias a nivel estatal.

Si bien nadie duda de que el desencadenante de la dimisión de Comas fueron las razones personales y familiares que expuso primero a través de Facebook y después en rueda de prensa, personas del entorno de Som Palma indican que también influyeron las desavenencias internas que han vuelto a aflorar en el seno de la formación desde que se ha iniciado el proceso de convergencia o de fusión con Podemos.

Recuerdan que Comas fue sonoramente desautorizado por la asamblea de Som Palma justo después de las elecciones y en el proceso de negociación del pacto de gobierno. Se había anunciado que el entonces número uno de Som sería el portavoz del equipo de gobierno de Cort y que ostentarían la alcaldía dos años José Hila, del PSOE, y los dos restantes Antoni Noguera, de Més.

La asamblea de la marca blanca de podemos desautorizó esta decisión y obligó a renunciar a la portavocía. Otra cuestión con la que Comas tuvo que lidiar y que salió tocado por mantener una opinión distinta a la de las bases, fue la pretensión inicial de que solo se integraran en el equipo de gobierno tres de los cinco concejales de Som. En concreto, debían quedar fuera Rodrigo Romero y Antonia Martín, pretensión a la que se opusieron firmemente los dos excluidos inicialmente.

El acuerdo que permitió entrar a los cinco concejales de Som en el equipo de gobierno de Cort, defendido por Miquel Comas, entre otros, también fue contestado por un amplio sector de las bases del partido hermano de Podemos, partidarias de una solución parecida a la adoptada en el Govern, apoyando la investidura de Antoni Noguera, de Més, aunque sin entrar en el equipo de gobierno.

Solo la amenaza socialista de quedarse fuera del gobierno municipal apoyando a un equipo integrado por Més y Som con Antoni Noguera como alcalde, provocó la aceptación de la fórmula mixta de la alternancia de la alcaldía entre el PSOE y Més. Con la dimisión de Comas, volvió a aparecer el fantasma de la inestabilidad del equipo de gobierno por la posible revisión del papel de los concejales de Som en él.

De hecho, una de las cuestiones que se puso sobre la mesa tras la dimisión del hasta entonces número uno fue la de quién debía sustituirle como primer teniente de alcalde. Un sector del partido no estaba de acuerdo con la solución finalmente adoptada. Recordaron que Aurora Jhardi no es militante de Podemos. También se puso sobre la mesa si era más conveniente que entrara en la junta de gobierno el responsable del departamento de Infraestructuras, Rodrigo Romero, en lugar de Antonia Martín, dado el peso de su concejalía frente a la de Sanidad y Consumo. No hubo discusión en que Eva Frade, número seis de la candidatura, obtuviera en acta de concejal ya que su puesto en la lista fue obtenido por votación.