­Darles la vuelta, dignificar solares urbanos en desuso y que sean los propios vecinos los que intervengan en su transformación. Cort empezará en La Soledat, concretamente en un solar vacío en la calle Caracas esquina Bogotá; en la calle Aragón y en un pasaje de Son Real ocupado hoy por un aparcamiento, su proyecto de urbanismo participativo, presentado ayer por Antoni Noguera, teniente de alcalde de Urbanismo, y por el gerente de esta área, el arquitecto Joan Riera.

"Queremos barrios más amables y sobre todo más humanos, de la mano de los vecinos decidiremos los proyectos y conjuntamente generaremos espacios de convivencia", señaló ayer Noguera.

Los tres solares son municipales y están en desuso. La idea es convertirlos en pocos meses y a través de pequeños proyectos en "espacios vivos de ocio y de convivencia entre los vecinos", dijo Noguera.

Este urbanismo participativo es uno de los principales objetivos dentro del Modelo de Ciudad en el que se está trabajando en el área de Urbanismo del Consistorio. Serán los inquilinos de estas zonas los que elijan cómo transformar la trama urbana para abrir espacios de convivencia.

Las tres zonas ecogidas responden a criterios de necesidades de equipamientos y espacios libres. Los proyectos se gestionarán con de manera participativa. Se destina para cada solar un presupuesto que oscila entre los 5.000 y los 10.000 euros.