El futuro del edificio de Gesa sigue dando quebraderos de cabeza al gobierno municipal del Ayuntamiento de Palma. La firme decisión de reconvertir el inmueble de propiedad municipal en un distrito digital con la posibilidad de compaginar los usos administrativos con actividades creativas y de carácter privado, topa con la necesidad de acometer primero las obras de rehabilitación del inmueble.
Por ello, ante la dificultad de adaptar el edificio a las nuevas normas de construcción preservando al mismo tiempo las características que llevaron al Consell de Mallorca a preservarlo como edificio catalogado, los responsables de Urbanismo han iniciado una ronda de contactos con arquitectos de reconocido prestigio con el fin de recabar su opinión al respecto.
El jueves de esta semana Elías Torres, el prestigioso arquitecto ibicenco autor, entre otras obras, de la rehabilitación del Castillo de Bellver y del paseo de d'Alt Murada, que incluye la intervención en el Baluard del Príncep y en ses Voltes, visitó el edificio acompañado del teniente de alcalde de Urbanismo, Antoni Noguera, y técnicos del departamento.
Se pretende que Torres, al igual que otros arquitectos que serán invitados próximamente, aporten ideas sobre la rehabilitación del inmueble, con el fin de que puedan ser incorporadas posteriormente en un futuro pliego de condiciones para la adjudicación posterior de un proyecto de intervención previo a la realización de las obras.
Noguera no oculta la dificultad que va a suponer la redacción de este proyecto de rehabilitación, puesto que tiene que adaptar el edificio a las nuevas normas de edificación y de eficiencia energética y, al mismo tiempo, preservar los elementos que la Comisión de Patrimonio del Consell de Mallorca incluyó en la declaración como Bien Catalogado.
Entre ellos, además de conservar las plantas diáfanas del inmueble, también se debe mantener la fachada en forma de "muro de cortina", uno de los elementos más característicos del inmueble y más difíciles de conservar, puesto que el actual sistema no es eficiente energéticamente, entre otros problemas.
De hecho, cuando hace dos mandatos durante el gobierno municipal de Aina Calvo se planteó la ejecución de un proyecto para la rehabilitación del inmueble, se puso sobre la mesa la posibilidad de cambiar toda la fachada y sustituir los actuales vidrios tintados por otros transparentes.
Esta propuesta, que en principio podría suponer un cambio radical en la imagen del edificio obtenida hasta ahora, no supone necesariamente incumplir la declaración de Bien Catalogado, puesto que lo que protegen los técnicos del Consell es la estructura de la fachada en forma de "muro cortina" y no el color de los cristales ni estos elementos de forma individual.
Otra propuesta que se planteó en su momento fue la de mantener la fachada tal como está con los correspondientes arreglos de los elementos deteriorados y construir otra interior planta por planta, que garantizara el cumplimiento de los parámetros de eficiencia energética.
Paralelamente, el equipo de gobierno está trabajando en la elaboración de un plan que incluirá las posibles vías de financiación para abordar las obras de rehabilitación, entre las que no se descartan las aportaciones privadas mediante la cesión o alquiler de espacios.
En el acuerdo de gobernabilidad entre el PSOE, Més y Som, se prevé que el inmueble que albergaba las oficinas administrativas de la compañía eléctrica, incluya la creación de un espacio cultural, que ocuparía el ala anexa al bloque principal del inmueble, el posible uso administrativo de varias plantas y un espacio par nuevas industrias basadas en el modelo de distrito digital y la posibilidad de utilizar la última planta como un gran mirador público hacia la bahía.
