20 de julio. El alcalde de Palma, el socialista José Hila, está en Son Oliva. Solo hace un mes que ocupa el cargo y es la segunda vez que pisa este barrio en visita oficial. Aquel día el motivo de su presencia fue el bautizo de un parque que llevaba años cerrado a la espera de que los vecinos pudieran disfrutarlo. La zona verde está en el camino de Son Hugo, junto a las vías del tren de Sóller y desde ese día recibe el nombre de parque de Salvador Hedilla, en honor al primer piloto que voló entre la península y Mallorca.
21 de julio. El parque de Son Oliva donde un día antes se fotografiaban los políticos vuelve a estar cerrado a cal y canto. Los bancos del parque se mantienen cubiertos por plásticos y las papeleras permanecen tapadas con bolsas de basura. Las malas hierbas siguen dominando el espacio, pese a que los jardineros hace tiempo plantaron árboles y flores. Y los vecinos no entienden que lo que parecía una inauguración fuera en realidad un acto de propaganda.
A día de hoy, el parque de Salvador Hedilla continúa clausurado a la espera de que llegue la fecha de su apertura. El Ayuntamiento de Palma no sabe decir cuándo tendrá lugar la inauguración de verdad.
El presidente de la Asociación de Vecinos de Son Oliva, Antonio Sanz, explica que los residentes en el barrio lo conocen como "el parque fantasma". Lleva mucho tiempo construido -"hace unos tres o cuatro años", señala Sanz-, pero aún no está al completo porque la constructora quebró. La empresa responsable era Ibercon, la misma que iba a urbanizar el solar al otro lado de las vías del tren. Sin embargo, ambos proyectos quedaron parados por la bancarrota de la compañía. El área de Infraestructuras de Cort asegura que a la zona verde le faltan un área de juegos infantiles, una fuente de agua potable o unas máquinas de gimnasia urbana antes de que se dé por terminada y que el parque se convierta en propiedad municipal.
Sin embargo, esa tarea es competencia de la regiduría de Urbanismo, que no ha respondido a las preguntas de este diario sobre cuándo se completará e inaugurará el parque.
"En julio nos dijeron que a finales de mes pondrían los juegos", apunta Sanz. De aquella fecha han pasado dos meses y los vecinos siguen sin tener noticias.
"No sabemos si tendremos que poner un par de burros o cuatro cabras para que se coman los hierbajos. Si inauguraron el parque era para que la gente lo disfrutase, pero solo vinieron a hacerse la foto. Lo suyo era que ya lo hubieran abierto este verano", añade el presidente vecinal.
Esta es solo una de las reclamaciones que tienen los vecinos de Son Oliva en materia de infraestructuras. La construcción de un casal de barrio o de un polideportivo para el equipo de fútbol sala son otras de las reivindicaciones que hace años plantean los residentes y que todavía no tienen visos de solucionarse.
