Tal como recordó el presidente de la Federació d'Associacions de Veïns de Palma, Joan Forteza, sa Feixina fue concebido en 1935, por el arquitecto Guillem Forteza, como un espacio libre público "totalmente horizontal", que unía el mar con el edificio de la escuela Jaume I, de tal forma que, desde las ventanas del centro, los alumnos podían gozar "del azul de nuestro maravilloso mar". En 1940 Forteza afirmaba que "cualquier construcción vertical dentro del espacio del parque desvirtuaría todo el urbanismo de la parte occidental de la ciudad". En el pleno, además del representante vecinal, Miquel Mascaró, de Memoria de Mallorca, apoyó la retirada del monumento. ARCA y Pere Felip, de Santa Catalina, quieren su mantenimiento.