Ni traslado ni desmontaje. El monumento al crucero Baleares que se levanta en sa Feixina será derribado porque, tal como indica en un informe la arqueóloga municipal, Magdalena Riera, "su estructura no es desmontable". A lo sumo, se pueden preservar los relieves de marineros que aún adornan el zócalo del monolito, que podrían ser conservados junto con la escultura del marinero caído, ya retirado en 2010.

El concejal de Cultura, Patrimonio y Memoria Histórica, Miquel Perelló, afirmó en el pleno de ayer que la cesión del desmantelamiento y la retirada "ya está tomada", aunque precisó que se debe ejecutar "con claridad, y transparencia, especialmente con las entidades implicadas".

En este sentido, manifestó que "debemos ser responsables" puesto que "hay dos entidades enfrentadas" en relación a esta cuestión: Arca y Memoria de Mallorca. Indicó que no se deben permitir "ni ataques ni desprestigio contra ninguna de ellas, porque ambas son imprescindibles por su activismo social y cultural y se debe respetar su posicionamiento".

No obstante, les pidió que "respeten la decisión del equipo de gobierno" puesto que, tal como se ha explicado, manifestó que "no es una decisión autoritaria, sino un acuerdo de gobierno de las tres formaciones que lo conforman, tal como se hizo y exigió en 2010 cuando se decidió contextualizar el monumento". No obstante, esta "contextualización" no ha conseguido el objetivo que perseguía, puesto que la polémica sigue en pie y el monolito "no se ha convertido en un símbolo de encuentro, paz y democracia".

Perelló afirmó asimismo que el equipo de gobierno considera que la decisión, tal como la que se adoptó en 2010, es "política" y que se debe tomar "con diligencia y sin dilaciones" y que se sustenta "en dos bases sólidas". Por una parte, en un "amplio apoyo de la ciudadanía y, en segundo lugar, "porque cuenta con una base jurídica y técnica bien argumentada y sustentada en dos informes".

Por otra parte, la arqueóloga municipal afirma que "no existen dudas sobre la falta de valores historicoartísticos de los elementos del monolito, pese a que "ahora no cuenta con elementos de exaltación franquista". Asimismo, la técnica municipal afirma que su retirada definitiva "no implica en ningún caso la tramitación o autorización especial porque los informes técnicos indican que carece de valores histórico-artísticos y que no ha gozado nunca de protección derivada de la legislación en materia de patrimonio".

Según Perelló, el espacio que deje el monumento no se puede sustituir por ningún elemento. No obstante, para ejecutar la demolición falta "cerrar el presupuesto, calendarizarlo, decidir dónde se colocarán los elementos retirados, tanto el marinero como los relieves del zócalo". Anunció asimismo que, cuanto tengan concretadas las anteriores cuestiones se mantendrán reuniones con ARCA, las asociaciones vecinales y la Asociación para la Memoria Histórica.

El PP había presentado una moción, que fue rechazada, en la que se pedía el mantenimiento del monumento y que se encargaran informes a los servicios jurídicos para dilucidar si es necesario contar con la aprobación de la comisión del Centro Histórico.