La jornada nublada de ayer fue "mejor que un día de cruceros" para los comerciantes y un caos para el tráfico en los accesos al centro. Los turistas abarrotaron las calles del casco antiguo, sobre todo al mediodía, y la autovía de Llevant sufrió largas retenciones circulatorias desde el Portitxol hasta la confluencia con las dos entradas al aparcamiento más céntrico, el del Parc de la Mar, que también tiene acceso por la avenida Antoni Maura.

Para regular la afluencia de vehículos, la unidad motorizada de la Policía Local tuvo que pedir refuerzos a los agentes destinados a la Platja de Palma, ya que los problemas comenzaron sobre las 10 y se prolongaron hasta las 14 horas, según señalaron desde el departamento de Seguridad Ciudadana. Los conductores que querían evitar las retenciones de la carretera frente al mar cogían el desvío de la calle Puerto Rico y se dirigían al centro por Manuel Azaña y las Avenidas.

"El doble de animación"

En las terrazas de las cafeterías y restaurantes era difícil encontrar una mesa libre y en las tiendas de grandes firmas de moda había que esperar largas colas para comprar un artículo. Un sondeo por una decena de comercios de las calles Sant Miquel y Sindicat dejó constancia de que ayer fue "mejor que un día de cruceros", en palabras de Pilar González, de la tienda de deportivas Magic. "Hay el doble de animación que ayer [el martes, jornada en la que coincidieron siete cruceros] y las ventas han ido mejor", indicó. En Desigual confirmaron el doble de afluencia, "principalmente de alemanes", y en el museo de la Fundación Juan March también tuvieron "numerosos visitantes, tanto un día como el otro".

Tal como destacó Antònia, de la perfumería Rillova, "siempre que se nubla, va bien, pero con el carrer banyat, calaix eixut", dijo temiendo que lloviese. Desde la tienda Moniberic matizaron que "una cosa es que la calle esté animada y otra que compren". Con la vuelta del sol, la afluencia retornará a la normalidad.