Si Madrid o Valencia se la jugaron ayer al cerrar al tráfico la Gran Vía o el centro, respectivamente, Palma celebró el Día sin Coche de una manera tibia. La medida que vetaba el aparcamiento en el centro salvo a residentes, poseedores de Acire o de tarjeta de carga y descarga o la de movilidad reducida se mostró insuficiente. Hasta una agente de la ORA lo expresaba con rotundidad: "Si quieren evitar que Palma se contamine y quieren dar ejemplo de sostenibilidad, tendrían que haber cortado el tráfico en el centro".

Con todo, Cort celebró el respaldo de la ciudad "cuyo esfuerzo ha permitido que, sin prohibir la circulación, se haya reducido el tráfico un diez por ciento".

La impresión no responde a la satisfacción municipal, aunque ésta se basa en las comparativas registradas en Jaume III y Born de ayer con los de una semana antes. Fue significativo también el aumento en un 25 por ciento en el uso de los aparcamientos de sa Riera y Manacor que ayer fueron gratuitos para quienes querían acceder al centro.

Ni uno ni dos ni tres. Fueron muchos los que se llevaron un disgusto: una multa de 30 euros por estacionar sin tique de la ORA. El enojo fue mayúsculo porque al ir a sacar el billete, las máquinas expendedoras no funcionaban. No han servido semanas de campaña, ni anuncios en medios de comunicación. "La gente no lee. No se informa. Y lo que es peor, no se fijan. Hemos tenido que explicar a varios usuarios porqué hoy no funcionaban las máquinas", señaló un agente de la ORA.

"Creo que se debería hacer más publicidad de iniciativas como ésta. Yo lo escuché hace un mes por la radio. Creo que no hay consciencia aún de usar la bicicleta por la ciudad. A mí me gustaría pero para llegar a mi casa, me lo ponen muy difícil", comentó Joana Cerdà, una vecina de la zona del mercado del Olivar. Sin embargo, el límite entre el corazón de la ciudad y su ensanche estaba señalizado con vallas que explicaban el Día sin Coches.

En el aparcamiento del mercado del Olivar no se notó una mayor afluencia de vehículos que impelidos a no aparcar en el centro tenían en estos lugares alternativas. "No se ha notado. Estamos a un 77 por ciento de ocupación, lo habitual en un día laborable", indicó Miguel Mut. Algo similar ocurría en el vecino Aparcamientos Mallorquines. "No se ha notado una mayor afluencia de coches".

Donde sí se incrementó el pasaje fue en el metro y trenes. El Servei Ferroviari de Mallorca se sumó a la Setmana Europea de la Mobilitat, regalando tiques para acceder a Palma y después tomar un taxi, coger una bici o simplemente desplazarse a pie. Todo con tal de no coger el coche desde los distintos pueblos de la isla, o de la periferia.

"Hoy da gusto trabajar. Todos te sonríen. Los turistas no entienden qué pasa y los abueletes se han apuntado a viajar gratis. Creo que se han impreso insuficientes billetes", señaló Fernando Zapatera, de SFM. Se cifró el aumento de pasajeros a lo largo del día en un 10 por ciento.