La estampa de la prostituta buscando o esperando clientes en la calle no ha aumentado con la crisis económica sino que parece haber cedido espacio a entornos cerrados, y por tanto "más vulnerables", como son casas, pisos o clubes de alterne. Así se desprende del estudio presentado ayer por tres entidades, Cruz Roja, Casal Petit y Médicos del Mundo, integradas en XADPEP (Xarxa d'Atenció a Persones que Exerceixen la Prostitució) en la que también están inscritos Cort, la Policía Local y Nacional.

"La prostitución en la calle representa un 30 por ciento al igual que la ejercida en los clubes, que han experimentado una fuerte sacudida por la crisis. La tendencia es que se ha trasladado a lugares más vulnerables como pisos y casas donde es más difícil seguir la pista para poder detectar situaciones de tráfico de personas con el objeto de traficar sexualmente con ellas", subrayó ayer Toni Colom, jefe de servicio del área de Igualdad de Cort. Cabe matizar que son datos que corresponden al trabajo realizado por tres entidades y no por el total de la red.

La "tendencia", cifrada en un 40 por ciento, de cambio de escenario de la prostitución se da en un año en que la actividad ha descendido ya que en 2014 fueron atendidas 2.020 personas frente a las 2.212 que fueron asistidas por Cruz Roja, Casal Petit y Médicos del Mundo en 2013.

Entre las causas que podrían explicar esta disminución se barajan el desplazamiento de prostitutas a otros países de la Unión Europea, el regreso de muchas de estas mujeres a sus países de origen ante la pérdida de clientes por la crisis económica y también porque al trabajar en lugares donde el acceso está vetado a quienes trabajan en los centros asistenciales y de apoyo psicosocial y sanitario les hace más difícil cuantificar su incidencia y, desde luego, poder atenderlas.

Maria Magdalena Alomar, de Casal Petit; Mònica Gelabert, de Cruz Roja, y Belén Matesanz, de Médicos del Mundo, presentaron la memoria con los datos de 2014 junto a Aligi Molina, regidor de Igualdad, quien recordó dos días antes de la celebración (mañana) del Día Internacional contra el Tráfico de personas con finalidad de explotación sexual, que "la prostitución es una expresión de desigualdad de género".

Más de 4 millones de personas son víctimas de explotación sexual en un negocio que genera 32 mil millones de dólares al año. La esclavitud acaba en explotación sexual y solo una de cada veinte víctimas se detectan. Molina apuntó que "España es el primer país europeo de consumo sexual".

Por todo ello, incidió en la "necesidad" de trabajar en red para denunciar y atajar situaciones de desigualdad, maltrato y violación de los derechos humanos que sufre este colectivo de personas.

Mujer, entre 25 y 44 años

Las más de dos mil personas que fueron atendidas, un 38 por cien proceden de América Latina; un 25 de África; un 21 de la Unión Europea, de las que el 13 por ciento son de España, y tres son de la Europa no comunitaria.

Las tres cuartas partes de las mujeres que recibieron ayuda son de siete países: Nigeria, España, Rumania, Brasil, Colombia, Bulgaria y República Dominicana.

Por edad, se sitúan entre los 25 y los 44 años, aunque se registraron dos casos de menores de edad atendidos por Médicos del Mundo.

En cuanto al nivel de estudios, Toni Colom resaltó el hecho de la "diversidad" que invita a "no simplificar" ya que el 80 por ciento de mujeres cuentan con estudios primarios, secundarios y universitarios. Solo un 4 por ciento son analfabetas; un 16 por ciento no tienen estudios pero saben leer y escribir; un 40 por cien tienen estudios primarios, un 35, secundarios y Formación Profesional y un 5 por ciento, universitarios.

La situación administrativa evidencia que un 53 por ciento se encuentran en situación regular en España frente al 36 por ciento que son irregulares y un 18 que están regularizándose.

La memoria también constata donde viven. Un ocho por ciento tiene residencia propia; un setenta está de alquiler y un 5 por cien habitan en el club en el que trabajan lo que a todas luces evidencia una situación de "mayor vulnerabilidad", subrayó Colom.

Disponen de tarjeta sanitaria menos de un 50 por ciento de las atendidas por Médicos del Mundo; un 75 por ciento, de Casal Petit. En general disponen de ella, un 60 por ciento frente al 30 que no y un 10 que está tramitándola.

Tanto Molina como Colom enfatizaron el hecho de que "frente a la tendencia observada de ejercicio de la prostitución en lugares cerrados, de difícil seguimiento, se hace necesario dedicar más esfuerzos a este sector".

En todo momento se incidió en que los datos presentados no son extrapolables a toda la prostitución de la ciudad ya que son solo los casos tratados por tres entidades, Médicos del Mundo, Casal Petit y Cruz Roja.