Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Encuesta

Un Día sin Coches para "volver a disfrutar de calles tranquilas"

La Semana de la Movilidad celebra mañana su jornada más importante y estará prohibido aparcar en el centro Pimeco cree que "no será el mejor día para el comercio, pero hay que acostumbrarse"

Concepción Agra, Valentín Pérez, Luis Pinerolo, Sergi Adrover y Pilar Embun.

Los vecinos del casco antiguo están encantados -"volveremos a disfrutar de calles tranquilas"- y los pequeños comerciantes se resignan ante una jornada que "no será la mejor" para el sector, debido a que el Día sin Coches, que se celebra mañana, estará prohibido aparcar en el centro de Palma, desde las Avenidas hacia el interior. El Ayuntamiento sí que permitirá estacionar en los parkings subterráneos y también dejará hacerlo a los residentes, cuyos vehículos se diferencian por las tarjetas identificativas de Acire o la ORA.

La residente del barrio de Sant Jaume Concepción Agra vivía de niña en sa Gerreria y recuerda que "se podía jugar en la calle sin ningún peligro, porque apenas había coches. Mis hijos no han podido hacerlo, ya que la ciudad ha cambiado mucho", lamenta. Por este motivo, le parece "muy buena idea" la iniciativa de Cort para mañana, por la tranquilidad que supondrá para los vecinos y paseantes. Lo mismo opina la antigua residente en sa Gerreria Pilar Embun, que recuerda con nostalgia "la animación y la vida social que se desarrollaba en las calles y plazas, ahora ocupadas por los coches".

"Los niños podíamos jugar e ir a comprar sin ningún problema a los pequeños comercios del barrio, aunque la mayoría han desaparecido", como destaca. En cuanto a la limitación del tráfico prevista, le parece insuficiente y propone al Ayuntamiento que el Día sin Coches del próximo año lo sea realmente: "Tendría que dar un paso más prohibiendo la circulación en el casco antiguo y organizando juegos antiguos en la calle, como los que teníamos cuando éramos niños".

El restaurador Sergi Adrover, del Trispol, considera que "un solo día no sirve para concienciar sobre la necesidad de utilizar menos el coche, aunque hay que acostumbrarse a estas medidas". Por ello aplaude la iniciativa, ya "beneficiará al barrio", de donde proceden la mayoría de clientes de su restaurante. El vecino Luis Pinerolo acude a pie "al trabajo y a todas partes", debido a que no tiene vehículo y no lo necesita. "La ciudad tiene una distancia abarcable y un buen transporte público. Me parece muy bien la prohibición, porque no hay por qué llegar en coche al centro. Si no pueden aguantar ni siquiera eso, no sé qué harán cuando se estropee su coche", argumenta. "Pueden venir caminando y, si no les va bien, tienen los parkings subterráneos", añade.

Para el propietario de la tienda de vinos Es Verol, Valentín Pérez, la medida no servirá para nada. "El Ayuntamiento tendría que pensar en una política global de transporte a largo plazo y poner, por ejemplo, un autobús más pequeño por el centro, ya que las calles son muy estrechas".

"Somos comodones"

"Los mallorquines somos muy comodones y queremos aparcar en la puerta de la tienda", afirma el presidente de la patronal del pequeño y mediano comercio (Pimeco), Bernat Coll. De todos modos, reconoce que "poco a poco hay que concienciarse de que el casco antiguo no es para los coches, por lo que habrá que buscar alternativas, como han hecho otras ciudades".

Respecto a la prohibición de mañana, que afecta a 740 plazas de la ORA, Pimeco la acoge con resignación. "No será el mejor día para el comercio, aunque como es martes, no perjudicará mucho y, además, los turistas vienen a pie", concluye Coll.

Compartir el artículo

stats