El Ayuntamiento de Palma y la Autoritat Portuària de Balears (APB) abren hoy una nueva etapa. Tras la renovación del equipo de gobierno de Cort y de la presidencia del organismo que dirige los puertos, ambas entidades mantendrán hoy su primera reunión.

Uno de los temas de la agenda será el futuro del fortín de Sant Carles, un lugar protegido y declarado como bien de interés cultural. Entre ambas instituciones deberán buscar una solución para el 'chill out' que proyectó allí el expresidente de la APB, Alberto Pons. La concesión tiene todavía más de nueve años por delante.

Pero el Lolita Beach Club no será el único tema que tendrán que resolver Cort y la APB en los próximos años. Sobre la mesa está la cesión al Ayuntamiento del paseo marítimo. Actualmente el puerto se encarga de la gestión de esta vía, a excepción de la limpieza y el control del tráfico. Hace años que se habla de entregar la calle a Cort, pero no se ha llegado a materializar. También está pendiente el plan director del puerto, que preveía construir discotecas en el Moll Vell y colocar superyates frente a la Seu.