Propietarios de negocios de la plaza Cala Moreia, en el barrio de Son Cladera, solicitan al nuevo equipo de gobierno de Cort que cierre perimetralmente la pista de baloncesto existente, debido a que se practica habitualmente fútbol y muchos vecinos tienen miedo de recibir balonazos. De hecho, uno de los dueños relata que, recientemente, un balón dio a un niño de dos años y quienes lo hicieron "siguieron jugando como si nada".

Explica además que solo está protegida una parte de la pista, la menos importante, aunque no la zona del fondo; y hay un banco de espaldas a la pista en el que se sienta la gente, por lo que pueden llegar a recibir "un balonazo a 60 kilómetros por hora que puede herir a alguien, causando daños graves", añade el denunciante de Cala Moreia. También se puede romper el mobiliario urbano y hasta las ventanas.

En enero de este año un grupo de afectados recogieron firmas y las entregaron al Ayuntamiento. Desde Cort respondieron que la plaza se ha protegido y que en breve se construirá una nueva zona deportiva en el barrio.