Hasta una decena de técnicos de diferentes áreas municipales inspeccionaron ayer el Coliseo Balear para comprobar si tiene algún tipo de deficiencias que impidan celebrar espectáculos taurinos o musicales. La plaza de toros fue visitada durante una hora y media por los arquitectos, veterinarios y bomberos de Cort, entre otros expertos, nombrados para este cometido una semana después de que el nuevo equipo de gobierno del tripartito haya declarado Palma 'ciudad antitaurina'. Además, este jueves se celebra en el coso la corrida de toros más importante del año en Ciutat, con un cartel compuesto por tres de las máximas figuras de matadores que conforman el escalafón actual.

Los técnicos del consistorio elaborarán los correspondientes informes por áreas tras evaluar detenidamente lo observado en la inspección de ayer a mediodía, tal como informaron fuentes del Ayuntamiento. De todos modos, el representante en Balears del Grupo Balanyà, Miguel Gomis, señaló ayer que las instalaciones cuentan con todos los permisos necesarios, ha superado la ITE (Inspección Técnica de Edificios) y tiene "certificados veterinarios que indican que tanto las cuadras como los corrales se encuentran en perfecto estado". Asimismo, un equipo médico comprobó por su parte que "la enfermería está en buenas condiciones", según añadió el portavoz de los dueños de la plaza de toros. Respecto a las deficiencias que la ITE detectó hace dos años, Gomis afirmó que la zona del recinto afectada está cerrada.

La propiedad del coso balear lamenta la decisión adoptada por el Ayuntamiento el pasado 30 de julio, cuando el pleno aprobó la declaración de Palma 'ciudad antitaurina', aunque no quiso profundizar sobre la medida del gobierno de izquierdas.

Durante la mañana de ayer, numerosos turistas japoneses y algunos de otras nacionalidades se fotografiaban frente a la plaza de toros tras salir del comercio de perlas situado justo enfrente. Es una de las excursiones típicas de los cruceros, entre ellos el Allure of the Seas -el más grande del mundo-, que trasladó seis autocares hasta la calle Arquitecte Gaspar Bennazar. Sin embargo, los visitantes no pudieron entrar en el coso porque está siendo acondicionado para la corrida.