Los propietarios de lo bares del Born están preparados para luchar por sus terrazas. Desde que saltó la voz de alarma por un posible cierre de estos lugares, la incertidumbre y su rechazo absoluto al cambio ha ido en aumento. Tanto es así, que ayer iniciaron una campaña de recogida de firmas para poder presionar a Cort. Los palmesanos, en cambio, se dividen entre los que apuestan por un regreso al paseo sin terrazas y los que aseguran que gracias a ellas en estos últimos tres años se ha revitalizado la zona.

Los restauradores defienden que la instalación de las terrazas no solo no perjudica la utilización del paseo sino que contribuye a su animación, a la actividad económica y comercial de la zona y a la creación de puestos de trabajo. "No hemos recibido ninguna queja y la gente puede pasar perfectamente", aseguró ayer a este diario Liberto Torres, propietario de D'es Born. "Hemos iniciado la campaña para ver el apoyo que tenemos o lo que piensa sobre nosotros la gente. Si la mayoría no las quiere, las quitaremos", añadió. Según Ana Quintanilla, propietaria del Gastrobar Casal Solleric, "a las 24 horas las terrazas cierran, tampoco ponemos música para no molestar a los vecinos".

En el manifiesto de su campaña, los propietarios avalan que las terrazas no dificultan la celebración de actividades culturales o cívicas tradicionales, ya bien sea por el espacio que ocupan o por la posibilidad de desmontarlas cuando sea necesario. "Todos los bares quitamos las terrazas cuando nos lo pide el Ayuntamiento y no ha habido ningún problema", subrayó Torres, refiriéndose a manifestaciones o eventos que han tenido lugar en el paseo.

Cort

Con esta iniciativa pretenden que Cort se eche atrás en su intención de no renovar las licencias. Actualmente, las terrazas se encuentran en un periodo experimental de cuatro años, que fue aprobado por el anterior gobierno. Pese a que la nueva ejecutiva anunció que se haría un estudio evaluativo y que se tendrían en cuenta a todos los sectores implicados, el rumor del posible cierre de las terrazas ha causado gran impacto entre los restauradores del paseo del Born.

Esta idea no es compartida por parte de la ciudadanía, que se muestra a favor de la continuidad de las terrazas. Entre los encuestado por este diario, la mayoría apoya a los restauradores y asegura que su cierre perjudicaría tanto a los negocios como a los viandantes. "Al final estas terrazas dan vida al paseo. Es muy apetecible pasear por aquí y sentarse a tomar algo", aseguraba Martha Limmermann, empresaria y clienta en uno de los bares. Agustín Ferrer se preguntaba, "¿Si no continúan las mesas de fuera como van a sobrevivir los bares pequeños?

Por su parte, Toni Pascual, un funcionario, defiende una postura intermedia. "Se pueden poner perfectamente en la calle de enfrente de los bares. Así los ciudadanos recuperaríamos espacio público y los bares no perderían una importante fuente de ingresos", explicaba. Otros, en cambio, defienden que el Born vuelva a sus orígenes. "Antes venía mucho a patinar con mis amigos. Me gustaría volver a poder hacerlo", aseguraba el estudiante Borja Gallardo. Las terrazas del Born protagonizan de nuevo un episodio de confrontación entre los políticos y la sociedad, y la solución está por ver.