Los barrios de Santa Catalina y Pere Garau tendrán ciclocalles, es decir, vías en las que conviven vehículos a motor y bicicletas y donde la velocidad se reduce hasta los 30 kilómetros por hora. La concejalía de Movilidad tiene previsto que, en la barriada del Llevant, la nueva red circulatoria abarque de la calle Nuredduna a la plaza de Pere Garau y que en el futuro se prolongue hasta la plaza Miquel Dolç y la calle de Son Gotleu Indalecio Prieto, tal como detalló ayer el responsable del área, Joan Ferrer. En cuanto a las ciclocalles de Santa Catalina, los técnicos de Movilidad aún no han analizado cuáles pueden ser las más idóneas.

La finalidad de compartir la calzada es "que las bicis circulen libremente, pacificar el tráfico en la zona y disminuir la polución y la contaminación acústica, una filosofía que se está implantando en otras ciudades europeas y que aumenta la calidad de vida de los residentes", en palabras de Ferrer.

Nuevo carril bici

El concejal de Movilidad y su equipo técnico inauguraron ayer un carril bici de 1,2 kilómetros que comienza junto al parque de la urbanización de Nou Llevant -en la calle Barranquilla-, sube por el puente que cruza la vía de cintura y prosigue por la calle Gregorio Marañón -enfrente del parque central de Bomberos-. Cuando confluye con la calle Manacor, el carril bici transcurre por la acera, debido a que tiene una anchura de ocho metros y se puede compartir el espacio con los peatones, tal como detalló el responsable político.

Este nuevo tramo propuesto en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) continuará en el futuro hasta Son Ferriol y el hospital de Son Llàtzer. Ahora termina en la rotonda y enlaza con el carril del camí Salard.

Joan Ferrer también presentó las mejoras introducidas en la aplicación móvil Mobipalma para el servicio de bicicletas públicas Bicipalma. Avisará a los 1.667 abonados, así como a los usuarios puntuales, cuando les queden cinco minutos para que finalice el plazo gratuito de utilización de Bicipalma y cuando se excedan de tiempo.