Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Policía Local

Un policía investigado por corrupción irrumpe en una reunión de los mandos

Carlos V., que ayer fue condenado a un año de cárcel, fue detenido y encarcelado por facilitar información a los Ángeles del Infierno

Los policías investigados tienen fácil acceso a las dependencias internas de San Fernando. b. ramon

Carlos V., un oficial implicado en la trama de corrupción policial que se está investigando, que precisamente ayer fue condenado a un año de cárcel por la agresión a un detenido, irrumpió el pasado lunes en una reunión de los máximos responsables de la Policía Local de Palma, para exigirles que tomaran alguna decisión para salir en defensa de los agentes que están siendo investigados. En concreto, acusó a sus jefes de permitir que se filtrara un informe interno, que se publicó en la prensa, en el que se señalaba que dos policías investigados habían incumplido la orden de alejamiento impuesta por la juez, que les prohibía acercarse por los locales del Paseo Marítimo de Palma.

Esta reunión rutinaria de trabajo se convocó el pasado lunes. Los máximos responsables de la Policía Local estaban sentados alrededor de la mesa de reuniones con la puerta abierta de la sala, ya que se esperaba la llegada del jefe Joan Mut, que se había retrasado. De pronto, Carlos V. irrumpió en la sala, sin solicitar permiso para entrar. Parece ser que estaba buscando a Joan Mut, para hablar con él, pero no consta que oficialmente hubiera solicitado esta reunión. Al no estar presente se dirigió al resto de mandos. No estaba solo. Le acompañaba el responsable del sindicato en el que milita, si bien no intervino en ningún momento, según confirmaron algunos testigos.

Carlos V. acusó a sus jefes, que no daban crédito por su presencia en esa sala, de permitir que se filtraran informes internos. Y exigió que se reaccionara de alguna manera ante la grave situación que está sufriendo la Policía Local. El oficial estaba muy nervioso y dijo a los presentes: "si alguien no hace nada, ¿qué esperáis, que cometa un desastre y me pase 20 años en la cárcel?". No recibió respuesta, pero sus palabras fueron interpretadas como una advertencia. Este incidente ha quedado reflejado en un informe interno que ha redactado un mayor de la Policía Local.

El fiscal Miguel Ángel Subirán, durante el informe definitivo en el juicio por torturas, cuyas sentencia condenatoria se conoció ayer, acusó a los responsables del Ayuntamiento y de la Policía Local de Palma de amparar y proteger a varios de los agentes investigados por corrupción. Y además, también acusó a los sindicatos de dar apoyo a estos policías, en vez de condenar sus prácticas violentas. El fiscal se refería en concreto al propio Carlos V., ya que pese a estar detenido e ingresar en prisión por colaborar con la banda de los Ángeles del Infierno, después se le permitió regresar al servicio. Es decir, pese a la gravedad del caso, pudo recuperar su placa y su condición de autoridad policial. Y en lugar de mantenerlo apartado del servicio y suspenderle temporalmente hasta que se aclarara su relación con la banda de moteros, se le dio un nuevo destino. Fue enviado a la emisora, que es uno de los destinos donde se tiene acceso a más información, cuando precisamente había sido encarcelado por facilitar datos confidenciales a los integrantes de la banda de los moteros.

En estos momentos Carlos V. está suspendido, pero no por decisión interna, sino por orden directa de la juez que investiga la trama de corrupción. Una orden que se justifica porque también está acusado de formar parte del grupo de policías que han tenido negocios ilegales con varios empresarios del ocio de la Playa de Palma. Era uno de los que acudía con frecuencia al club de alterne donde se organizaban orgías sexuales con la presencia de políticos.

Protección especial

Los investigadores están convencidos de que este policía, al igual que otros compañeros, ha disfrutado de una protección especial, ya que de lo contrario no se entiende que se le enviara a uno de los destinos donde se tiene acceso a más información, cuando precisamente ingresó en prisión por fácilitar datos confidenciales a una peligrosa banda de delincuentes. Además de todo ello, dado que es oficial, tenía otros policías a sus órdenes.

Aunque no tiene ninguna orden de alejamiento en vigor, la presencia de Carlos V. por las dependencias oficiales de San Fernando ha incomodado a muchos de sus compañeros. Se critica que se le permita la entrada al cuartel, al menos para guardar las formas, y sobre todo que pueda acceder con tanta facilidad a los despachos de los jefes.

En el vídeo de los policías que torturaron a un detenido, Carlos V. es en ese momento el funcionario de mayor rango de la sala. No solo no hace nada para evitar que se agreda a un detenido, sino que gira la cámara de seguridad de la sala para que no se tomen imágenes. En el juicio fue el único de los acusados que contó con la presencia y apoyo del representante de su sindicato, situación que fue criticada por la fiscalía.

Compartir el artículo

stats