El PSOE intenta desbloquear las negociaciones del pacto tras el anuncio el pasado viernes de que quería la alcaldía para su candidato, José Hila. En una nota de prensa enviada ayer, a pocas horas de que hoy la asamblea de Som Palma decida qué hacer con el gobierno de Cort, el partido socialista matizó que "en ningún caso" plantearon optar a la vara de mando "como exigencia, sino como coherencia". Pese a seguir defendiendo que "recaiga en la lista más votada de las fuerzas que negocian el gobierno del cambio en Palma", expresaron su "esperanza en que ninguna silla ni ningún veto cierren la puerta a un gobierno progresista", tal como afirmaron.

Insistieron en que mantienen un "compromiso irrenunciable a facilitar" que el futuro equipo del Ayuntamiento esté liderado por los partidos de izquierdas. Por ello, mostraron su confianza en que las tres fuerzas políticas serán capaces de ponerse de acuerdo "en lo que queda por delante, sin imposiciones ni vetos", por lo que con toda probabilidad hoy tratarán de retomar las reuniones paralizadas el viernes.

Así lo expresaron ayer en la nota de prensa, "poniendo sobre la mesa todas las opciones de organigrama para avanzar en un acuerdo que las tres fuerzas políticas sometan a consulta a sus respectivas bases".

El PSOE de Palma entiende que "el mandato ciudadano es construir el gobierno del cambio entre iguales sin que quepa vetar a nadie por su militancia política". Por este motivo, consideran que deben "asumir la distribución de responsabilidades en las áreas de gobierno sobre criterios objetivos con los que sumar y generar espacios de confianza y trabajo, y no desde vetos que separen y bloqueen".

Argumentan que si PSOE, Més y Som Palma han sido "capaces de consensuar hasta ahora un programa de gobierno compartido, un código ético, medidas urgentes y un paquete de medidas de coste cero", esta semana tienen que demostrar su capacidad de diálogo para lograr conformar un gobierno de cambio, ya que el próximo sábado se constituye el nuevo Ayuntamiento.

Por su parte, el Pi de Palma -que no tiene representación municipal- recordó ayer a los partidos de izquierda que "los ciudadanos están por encima de los intereses" de las formaciones. "Para ser un pacto en el que no importan las sillas, las negociaciones están suspendidas por ahora por este motivo", tal como reprochó ayer el candidato del Pi, Antoni Fuster.