Una vuelta al circuito creado en el Portitxol, frente a los pisos de lujo, medía 500 metros y, cada vez que los superaban, los 430 alumnos del Liceo participantes en la carrera solidaria recibían una pegatina. Era para contar cuántas veces habían realizado el circuito. Por cada una de ellas, tenían una cantidad de dinero por parte de sus padrinos en esta iniciativa (padres, tíos, abuelos, amigos, etc.), pero lo recaudado no era para ellos, sino para la ONG Acción contra el Hambre, que invertirá los fondos en un proyecto de Burkina Faso.

Los estudiantes del colegio francés dieron lo mejor de sí en la prueba deportiva, que cumple en Palma su cuarta edición y en el país galo se celebra desde hace 18 años. En la Carrera contra el Hambre participaron desde los más pequeños, de dos y tres años, hasta los adolescentes de 17 años y todos lo hicieron al principio con entusiasmo, aunque a partir de la segunda vuelta el cansancio empezó a hacer mella y muchos realizaron el circuito caminando. La carrera duraba media hora y premiaba "más la voluntad que la resistencia y velocidad", como destacó el director de Primaria, Alexandre Debarre.

"Lo importante -añadió- es sensibilizarles sobre el problema del hambre en el mundo, por lo que antes de la carrera lo hemos explicado de forma transversal en diferentes asignaturas". Puso como ejemplos que en la clase de Geografía estudiaron los países donde se destina el dinero y en Ciencias les dieron una lección sobre nutrición. Además, en la clase de Gimnasia practicaron para el evento.

Les apoyaron los reconocidos deportistas mallorquines Elena Gómez y Xavi Torres, así como la promesa del tenis Rosa Vicens. "Hay que familiarizar a los niños con el deporte y la solidaridad", dijo Torres, quien siempre apoya iniciativas como la de ayer.