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Corrupción en la Playa de Palma

El funcionario detenido dejó de pagar 90.000 euros en servicios sexuales

Un empleado del Table Dance reconoce que fue utilizado por el propietario del club para realizar un falso traspaso del local de la Playa de Palma

El funcionario jubilado fue detenido esta semana y después puesto en libertad con cargos. b. ramon

El funcionario jubilado del Ayuntamiento de Palma, detenido esta semana por el caso de corrupción en la Playa de Palma, consumió servicios sexuales por valor de 90.000 euros en el club Table Dance, si bien nunca pagó ni una solo relación íntima con las prostitutas del club.

El exjefe de negociado de Cort, que se jubiló hace unos años, era un cliente vip, es decir, de los que recibía un trato especial por parte de la propiedad. Y se sospecha que recibía este trato, porque después desde su cargo laboral como responsable de área urbanística, facilitaba la concesión de licencias municipales al propietario del Table Dance, el empresario Miguel P. Según se desprende de la declaración del hombre de confianza del empresario, al que incluso llega a utilizar como hombre de paja para que aparezca el negocio a su nombre, el funcionario disfrutó gratuitamente de favores sexuales de las chicas que trabajaban en este prostíbulo por un valor aproximado de unos 90.000 euros. Estas cifras demuestran la frecuencia con la que el extrabajador municipal acudía gratuitamente a este local de alterne y la estrecha amistad que mantenía con el propietario del negocio, que era quien finalmente se hacía cargo del pago del servicio sexual.

Bacanales

Los investigadores sospechan que este funcionario municipal también organizaba las orgías sexuales, financiadas por el dueño del prostíbulo, en las que participaban políticos, algunos de ellos alcaldes, según han denunciado tres trabajadoras del club. El empleado municipal fue detenido esta semana y después puesto en libertad con cargos. Por consejo de su abogado, no quiso contestar a las preguntas que le iban a formular sobre su relación con el Table Dance. Sin embargo, continúa imputado bajo la acusación de un delito de cohecho.

Un trabajador de confianza del club, que fue detenido por inducción a la prostitución, detalló a la Policía que en el año 2009 el empresario Miguel P. y su hermano le propusieron poner el negocio a su nombre. "Yo soy trabajador vuestro, iré donde me digáis", les contestó. Su trabajo consistiría, no solo en figurar como dueño del club frente a las autoridades, sino también debía encargarse del control del negocio. Ello suponía vigilar a las chicas que se prostituían y controlar los ingresos y gastos de la actividad del club. Pero tener el control no suponía que fuera el jefe. Quien continuaba mandando era Miguel P., según reconoce el mismo empleado, que acudía prácticamente todos los días al club. Y lo hacía, no solo para marcar las órdenes que debían cumplir los empleados, sino también para mantener relaciones sexuales con las chicas. Las mujeres eran obligadas a no utilizar preservativo cuando mantenían relaciones con el dueño del prostíbulo en la zona reservada y exclusiva que había construido en el club. Una de las chicas ha llegado a denunciar en el juzgado que el empresario de la Playa de Palma la obligó a trabajar embarazada de cuatro meses, a pesar de que estaba sufriendo un proceso complicado de gestación.

La empresa tenía acordadas las condiciones económicas con las chicas. Cada mujer tenía un fijo de 10 euros al día, más el 50 por ciento tanto de las copas abonadas por los clientes, como por las relaciones sexuales que mantenían. Pero además había un pago extra si además bailaban en la barra para excitar a la clientela. Si bailaban recibían otros 35 euros al día. Pero no todas las mujeres podían hacerlo. Era el empresario quien elegía quién se subía a la barra y, según han contado las prostitutas, lo autorizaba si previamente mantenía relaciones sexuales con ellas.

Orgías sexuales

Esta semana tres mujeres extranjeras que han trabajado en este local de alterne han confirmado su presencia en orgías, con la presencia de varias chicas, a las que acudían políticos. Fiestas sexuales que organizaba el dueño del Table Dance, tanto en una finca que posee en Binissalem, como en una zona reservada del club de alterne. De momento no ha trascendido ni un solo nombre de los políticos que asistían a estas bacanales particulares. El único dato que se sabe, a través de la declaración de una mujer, es que uno de los asistentes es un alcalde, que después se marchó a trabajar a Madrid. Sin embargo, los investigadores sí tienen identificados a los asistentes, que han sido reconocidos a través de las fotos que mostraron a las chicas.

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