La liquidación del presupuesto de los institutos y organismos dependientes del Ayuntamiento de Palma eleva el superávit municipal correspondiente a 2014 hasta los 25,5 millones.

En la junta de gobierno de ayer se aprobó definitivamente la modificación de la ordenanza fiscal del impuesto de plusvalía, que implica bonificaciones de entre el 25 por ciento y hasta el 95 por ciento en las transmisiones de inmuebles que sean la vivienda habitual y que hayan sido obtenidos por herencia de padres a hijos o entre cónyuges.

Los inmuebles con un valor catastral inferior a los 100.000 euros tendrán una bonificación de la plusvalía del 95 por ciento. En estos casos, según el teniente de alcalde de Hacienda, Julio Martínez, "se pasará de pagar de entre 8.000 y 9.000 euros a 500 euros".

La bonificación para los inmuebles con un valor catastral comprendido entre los 100.000 y 125.000 euros será del 75 por ciento. Los inmuebles que estén valorados entre 125.000 y 150.000 euros tendrán una bonificación del 50 por ciento y los valorados entre los 150.000 y 175.000 euros del 25 por ciento.

Los inmuebles cuyos valores catastrales superen los 200.000 euros no tendrán bonificaciones para el impuesto de transmisiones patrimoniales. Asimismo, los edificios catalogados seguirán exentos del pago de este impuesto siempre y cuando se hayan realizado en ellos obras de rehabilitación por un importe del 10 por ciento de su valor catastral.

En relación al superávit municipal, a los 24,8 millones del excedente obtenido en las cuentas de Cort el año pasado hay que sumar los 44.408 euros del Institut Municipal d'Esports (IME), 11.168 euros del Patronat Municipal d'Escoletes, 313.000 euros del Patronat Municipal de l'Habitatge, 372.000 euros de Palma Activa, 10.000 del Patronat de Reallotjament Social y 4.700 del Institut Municipal d'Obres Viàries (IMOV).

El teniente de alcalde de Hacienda, Julio Martínez, resaltó que con este resultado positivo el próximo gobierno municipal se podrá plantear "rebajar algún impuesto". Por el contrario, insistió en que los remanentes negativos se traducen en déficits y éstos irremediablemente en subidas de la presión fiscal.

Pese a la buena situación económica en la que manifestó deja las arcas municipales, se permitió aconsejar al próximo responsable de la hacienda municipal que a que no gaste de una vez todo el dinero del superávit.

A su juicio se desde dejar una parte de esta cantidad "para los imprevistos que puedan surgir", entre ellos el pago de las numerosas expropiaciones pendientes. Al respecto, recordó que a lo largo del presente mandato se han tenido que hacer frente por orden judicial con fondos propios pagos de hasta 25 millones de expropiaciones realizadas en anteriores legislaturas. Tal como se acordó por el pleno, el equipo de gobierno actual no va a decidir en qué se va a gastar el superávit.