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Palma a la vista

Soma afila el lápiz

Soma afila el lápiz L.D.

Marc Peris se quitó la máscara en un casal señorial, él que habita los vanos de los edificios en ruinas con su espray. Soma es el cuerpo grafitero de Palma, es el lápiz afilado de la ciudad. Es un obstinado y contumaz artista del arte urbano.

"No todos los que se compran un espray son artistas", recordó el pasado verano, con motivo de su asalto al Solleric. La meva ment é un palau fue su pulso en el Born. Una intervención en la que acotó la linde entre street art y simple tag. Lo que es igual, creatividad frente a rúbrica.

Él grafitea Palma, sobre todo el área de Canamunt, consciente de que la ciudad es un museo al aire libre mucho más vital y dinámico que los centros de arte al uso.

"Muchas veces nos sentimos ajenos a la ciudad", confesó. Palma recorrida por Soma no es un asunto ajeno. Nos concierne porque nos hace reflexionar sobre la puerta de atrás, lo que se esconde, lo que quizá podría haber en otro lugar. Un grafiti es un grito al aire sin dañar a nadie. Los que ensucian edificios históricos que son del común o privados pero a la vista de todos no son dignos de llamarse artistas urbanos. Son burotacho.

Peris intentó que Cort entendiera que Palma podía, por mérito de muchos artistas urbanos, figurar entre las urbes que apuestan por su street art. Se intentó organizar rutas y una exposición colectiva. Hasta la fecha, no parece haber llegado a buen puerto, pero los artistas del espray siguen buscando su rincón en los muros lienzo.

Resulta paradójico que una página web de una importante inmobiliaria de Mallorca haya redactado una ruta de arte urbano en la ciudad. Palma pide a gritos que alguien se de cuenta de la dignidad, del gran valor que tiene una manifestación de arte que es otra manera de conocerla, quererla, aprender de ella. Lo hacen desde ese portal que vende algunas de las mejores casas de la ciudad y la isla.

"El arte urbano es una evolución del grafiti que se implantó hace más de tres décadas es Estados Unidos como forma de mostrar la individualidad o las inquietudes de uno. En mi caso es expresarme a nivel artístico y participar en la ciudad, debido a que muchas veces nos sentimos al margen", dijo Soma.

Dicen que los periodistas somos notarios de la actualidad. Levantamos acta pero en el día a día de una ciudad como Palma quien también afila el lápiz son grafiteros como Soma. Unos lo hacen desde un naturalismo asombroso, con una gran calidad en su dibujo; otros prefieren el expresionismo más germánico, y hay quien dibuja o grafitea como si trabajara para la mejor Disney. Soma o Marc Peris saca las vísceras de los asuntos con una elegancia natural. Si hay personas que tienen percha, Soma tiene madera de dibujante.

Con él hemos descubierto el estallido de colores de un corazón atravesado por un pincel, una especie de samurai del street art; o al pescador de un pez metido en una pecera o al Titanic hundiéndose en una taza de chocolate. ¡Menos bromas que estamos con el Sorrento a tiro de piedra!

"Mi mente es así, es como un campo de batalla", dijo a propósito de la exposición que le enseñó en el museo, en el Casal Solleric, en el verano de 2014 cuando la ciudad no estaba aún a merced de los coros de esta insulsa campaña electoral. Por cierto, como nota al margen, el street art de Palma es escasamente político, muy al contrario del de Atenas. Porqué será.

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