Al llonguet solo le falta entrar en el diccionario de la RAE para estar a la altura de la ensaimada y la sobrasada, pero ayer superó a las otras delicias gastronómicas tradicionales de la isla gracias a la primera feria que se organiza con el típico panecillo de Ciutat como protagonista. No obstante, la gran afluencia de asistentes durante toda la mañana casi hizo morir de éxito el evento, porque los paseantes apenas se podían mover por las estrechas calles de es Pil·larí -donde se celebró- y quienes se desplazaron en coche hasta allí -la mayoría- tuvieron que esperar una enorme cola. A mediodía la fila llegaba hasta el acceso desde la autovía y había vehículos aparcados en ambos arcenes hasta el desvío de salida hacia Palma.

"Hemos venido a ver nuestra feria porque somos llonguets, es decir, palmesanos", como dijo orgullosa Noemí Cubells. Ni ella ni su marido, Juan Manuel, se imaginaban "que tendría tanto éxito, ya que es la primera vez que se celebra", y por eso propusieron "que la próxima edición se haga en la ciudad, en un sitio con más espacio y no tan alejado".

Numerosos puestos, como la panadería del pueblo, también se vieron desbordados -"se nos han acabado los llonguets, no habrá más hasta la tarde"-, así como los 13 hornos de Palma participantes, que no paraban de servir panes y bocadillos. Además de ellos, había medio centenar de puestos de gastronomía y artesanía, como cerámica, bordados, productos elaborados con palma, artículos de decoración y bisutería, al igual que en las numerosas ferias de pueblos que se celebran los fines de semana en la isla.

'Merchandising'

En el tenderete montado por la miniaturista Carmen Gibert, los llonguets proliferaban, aunque eran de tamaño liliputiense y no se les podía dar un mordisco, ya que están elaborados con arcilla polimérica. Habitualmente, se dedica a crear colgantes, anillos, pulseras, llaveros y pines, entre otros abalorios, de figuras como ensaimadas, cocarrois, panades, cocas de Valldemossa, etc., pero debido al tirón del panecillo en los últimos meses, Carmen ha ampliado la oferta de minidulces de adorno.

Uno de esos pines de llonguet era portado por el candidato del PI a la alcaldía de Palma, Antoni Fuster, que se paseó por la feria. A menos de un mes para que se celebren las elecciones locales y autonómicas, hubo políticos que aprovecharon la ocasión para darse a conocer, como también hizo la candidata del PP a Cort, Marga Durán. Sin embargo, el protagonista fue Tià Llonguet, la mascota del evento, creada por el conocido dibujante Rafel Vaquer, que casualmente es hijo y nieto de panaderos.