Cuando la temporada turística está en sus albores y se comienza a multiplicar el número de extranjeros en el centro de la ciudad, el Ayuntamiento de Palma ha decidido iniciar las obras en uno de los puntos más emblemáticos y visitados del municipio.

El paseo de Dalt Murada está patas arriba desde el pasado jueves. Los trabajos afectan al tramo más transitado, que es el que se sitúa bajo la Catedral. El pavimento está levantado desde el estanque de s'Hort del Rei hasta la rampa de acceso a ses Voltes. Además, toda la franja está vallada para impedir el acceso a personas externas a la obra.

La imagen resulta llamativa y máxime cuando cada día se ven más turistas por el centro histórico. El tramo para que los visitantes paseen se ha estrechado, a la vez que les resulta imposible conseguir buenas fotos del paseo.

Según informó ayer el Ayuntamiento de Palma, los trabajos podrán durar hasta tres meses, es decir, hasta finales de julio. Sin embargo, el departamento de Infraestructuras espera que el plazo pueda acortarse.

Se trata de una decisión que rompe con el criterio anterior de Cort de no realizar obras en zonas turísticas cuando ya ha comenzado la temporada alta.

El consistorio ha decidido reemplazar el tramo de pavimento que hasta ahora estaba solo cubierto por tierra o baldosas. En su lugar colocarán los llamados adoquines modelo Palma, las mismas losas en forma de L que los arquitectos Elías Torres y José Antonio Martínez-Lapeña diseñaron en 1987 para el resto del paseo.

Sin embargo, Cort no tendrá en cuenta el proyecto del director de obras ibicenco, que hace años propuso una solución diferente para los bajos de la Seu que implicaba modificar la escalinata y el entorno del paseo. Por eso el único tramo diferente de la muralla es el de la Seu, ya que el arquitecto se negó a reformarlo si no se respetaba la idea con la que ganó el concurso público.

Aparte de la renovación del pavimento, se eliminarán las jardineras que rodean las palmeras del paseo, aunque los árboles se mantendrán en su lugar. En total, se renovará una franja de 1.087 metros cuadrados, lo que supone unos 124 metros lineales de paseo.

El presupuesto de la obra asciende a 104.000 euros, IVA incluido. Según el consistorio, los trabajos cuentan con informes favorables de la Comisión de Centro Histórico y Catalogación del Ayuntamiento y de la Comisión Insular de Patrimonio Histórico del Consell de Mallorca.