Patrimonio amplía y concreta la protección del importantísimo casal señorial de Can Oleza, ya que conserva la esencia que "permite una lectura histórica" de cómo vivía la alta nobleza de Palma. El inmueble ubicado en la calle Morei 9 fue declarado Monumento Histórico Artístico en 1973 y, posteriormente, se le añadió la protección de Bien de Interés Cultural. La comisión de Patrimonio del Consell aprobó ayer "mantener la delimitación del BIC de Can Oleza y su entorno de protección" descritos en los informes de noviembre de 2013 y 2014, cuando se inició el expediente para modificar dicha catalogación y adaptarla a la Ley de Patrimonio.

Los citados documentos dejan claro que se incluye dentro de la delimitación del BIC "todo lo que formaba parte del casal en el momento de su declaración en el año 1973", según destacan.

De este modo, no se protege únicamente el inmueble gótico reformado durante los siglos XVI y XVII, sino también los bienes muebles, de gran valor como conjunto histórico, ya que han permanecido casi intactos hasta la actualidad. Esta modificación afecta incluso a la decoración de las salas nobles.

Además, la comisión política de Patrimonio desestimó ayer las alegaciones presentadas por el actual propietario en relación a la delimitación del inmueble y, en concreto, a la divisoria entre Can Oleza y Can Vich, debido a que el escrito de alegaciones no aporta "ninguna información de carácter histórico o patrimonial que justifique la modificación del ámbito de un monumento de la significación de Can Oleza y que cuenta con una declaración como tal desde 1973".

Este fue el último paso antes de que el inversor extranjero que adquirió el inmueble en 2013 pueda reformarlo, después de haber pertenecido a la familia Oleza desde el siglo XVII.

El casal originario estaba en manos de la familia Descós, pero lo adquirió Salvador de Oleza y Sureda, quien llevó a cabo varias modificaciones. La primera gran reforma se remonta al siglo XVI y, en la segunda, la familia Oleza sustituyó el interior y el patio, según se indica en la memoria histórica y descriptiva.

Continúa explicando que este patio "está considerado uno de los más destacados de Palma", ya que "se trata de la primera casa del siglo XVI con patio completo, que sirvió de modelo para muchas de las casas de la nobleza de Ciutat, hasta convertirse en un elemento característico de los casales mallorquines de los siglos posteriores".

La descripción prosigue con el interior del inmueble, en el que "las salas de la planta noble presentan una decoración suntuosa, donde encontramos piezas de un gran valor artístico junto con otras más comunes, pero lo que le otorga un valor más significativo es precisamente el valor del conjunto, donde todos los elementos combinados configuran un ambiente muy específico de la época moderna en Mallorca y del cual quedan muy pocos ejemplos".

La memoria menciona que varios de los elementos de más calidad son los tapices del siglo XIV o los flamencos del XVII -que están inspirados en cartones de Rubens-, colecciones de vidrio y cerámica, el mobiliario o las pinturas. Sin embargo, más allá del valor de las piezas, insiste en la importancia de que Can Oleza continúe siendo un "conjunto indivisible", debido a que apenas quedan ejemplos de un legado patrimonial de este calibre.