Transportaba las mercancías del interior de la isla al puerto de Palma y viceversa para abastecer a la población, y cruzaba todo el centro de la ciudad sin causar molestias. El ferrocarril que unía el mar y el campo recorría algo más de un kilómetro en su tramo sur a través de un túnel bajo el casco antiguo, entre la muralla y la plaza de España. Aún queda una parte del trazado, la que va desde el Parc de la Mar hasta la plaza Major. El próximo año se cumplirá el 85 aniversario de la apertura del túnel que cruzaba el centro bajo tierra y la asociación de Amics del Ferrocarril quiere que el Ayuntamiento recupere lo que permanece intacto.
"Sería una rehabilitación muy sencilla, un proyecto viable, ya que el túnel se conserva bien. Únicamente necesita una labor de limpieza y mejoras puntuales", tal como explica Miquel Àngel Riera, presidente de la entidad que vela por la preservación del patrimonio histórico ferroviario. Su propuesta plantea abrir este tramo de alrededor de 600 metros cuadrados "para poder visitarlo e instalar una exposición sobre la historia del tren en la ciudad". La entrada se ubicaría en la puerta de la muralla por donde accedía o salía el ferrocarril, en la que un escudo de piedra con un tren de vapor esculpido rememora dicho pasado. Actualmente, la boca del túnel está tapiada con ladrillos y junto a ella hay un acceso peatonal para comunicar el Parc de la Mar y la calle Miramar.
Para la asociación de Amics del Ferrocarril, "lo ideal sería que también hubiese un pequeño tren que realizase el recorrido, aunque la rehabilitación y su apertura es suficiente", así como un aliciente en la zona de Dalt Murada, muy frecuentada por los turistas que visitan el casco antiguo y la Catedral.
Recuerdo en el puerto
Además del citado escudo de piedra, el único recuerdo que queda del ferrocarril es un tramo de vías en el Moll Vell. Cuando se remodeló la zona frente a la sede de la Autoritat Portuària, salió a la luz el raíl y se decidió colocar una placa que dice así: "Antiguo tramo de vía férrea que unía el puerto de Palma con la ciudad para transporte de mercancías entre 1877 y 1965".
La sociedad Ferrocarrils de Mallorca decidió en 1876 iniciar la construcción de la línea por el centro, a través de las actuales Avenidas, la Rambla y el Born. Sin embargo, provocó numerosos inconvenientes, ya que interfería el tráfico y tenía poca capacidad de transporte, por lo que en 1882 estudiaron trazados alternativos. La solución fue excavar un túnel desde la estación de tren hasta el mar, cuyas obras empezaron en 1928 y finalizaron en 1931.
El recorrido soterrado dejó de ser utilizado desde mediados de los años 60 y una década después empezó a desaparecer. Primero con el desmantelamiento de las vías y luego con la construcción de los parkings subterráneos de la plaza Major (años 70), el Olivar (1998) y la plaza de España (2002), cuyo acceso por la calle Marquès de la Fontsanta es el mismo que la extinta boca norte del túnel. La asociación Amics del Ferrocarril lamenta las agresiones sufridas a lo largo de los años, pero espera "que el tramo que queda sea recuperado".
