Por si no fueran pocos los escollos sociales con los que se está topando el proyecto de ampliación del Club Marítim Molinar de Llevant, ahora se añade uno económico. La Cofradía de Pescadores Sant Pere de Palma afirma que exigirá indemnizaciones al club náutico si finalmente realiza obras en el mar. La agrupación de pescadores asegura que las barcas de artes menores -dedicadas a las capturas cerca de la costa- no podrán faenar durante el año y medio que duren los trabajos de ampliación de la marina.

Su argumento es que el ruido y las vibraciones espantarán a los animales. "Cuando los peces escuchen el ruido de las piedras y las excavadoras, no se quedarán allí a ver qué pasa. ¡Saldrán nadando hasta que lleguen a Argelia! Durante el año y medio de obras, seguro que no habrá peces en la zona, y luego habrá que ver cuándo vuelven", razonó el patrón mayor de la cofradía palmesana, Rafael Mas.

Si se aprueba el proyecto de ampliación, solicitarán que se cuantifiquen los perjuicios para los faeneros. "No vamos a pedir que paguen a todos los pescadores de la bahía, sino a los que se van a ver directamente afectados. Los que trabajan en la zona van a estar mucho tiempo sin poder pescar", agregó Mas. Según los cálculos de la patronal pesquera, como mínimo una decena de embarcaciones se dedican a la pesca de red entre las que operan desde Palma y las del Portitxol. "No es justo que, por el negocio de unos, nosotros salgamos perjudicados", manifestó.

El presidente de los pescadores recuerda que las licencias de pesca suponen una concesión para capturar en un territorio determinado. Una obra de esa magnitud -aseveran- les impediría ejercer su normal actividad. Mas apunta que el tramo del Portitxol y el Molinar es un bancal "muy bueno" para las capturas de sepia. También se pescan con facilidad cabrachos, arañas o ratas de mar, entre otras razas.

La normativa legal para la pesca de artes menores les obliga a pescar en su puerto o a una distancia máxima de 24 millas náuticas o durante un tiempo máximo de 48 horas sin volver a puerto. "Podríamos ir hasta Andratx, pero allí ya pesca gente suficiente. No habrá bastantes ejemplares, se castigará a ese terreno y se creará conflictividad entre pescadores", añade el patrón mayor.

La junta directiva de la agrupación pesquera se reunió la semana pasada con los responsables de las barcas de artes menores para determinar su posición definitiva sobre el segundo proyecto de ampliación del puerto del Molinar. El presidente del club náutico, Rafel Vallespir, solicitó a los pescadores su apoyo explícito, pero el colectivo se lo niega.

"No podemos apoyar un proyecto que va a perjudicarnos sí o sí. Entendemos la posición del club, que alega que se le acaba la concesión y han de renovarla. Pero las cosas se pueden hacer de otras formas que no supongan una ampliación del 400%. Somos partidarios de que no se haga nada, pero, si se hace, que sea lo mínimo posible", apuntó el patrón mayor de Palma.

Mas explicó que los pescadores deben dejar una distancia de 500 metros de resguardo respecto de cualquier puerto o muelle. "Ahora los pescadores calan donde tienen que calar. Pero, con la ampliación, el dique exterior se adentrará 240 metros en el mar. Habrá que revisar las distancias", dijo.

Los ruidos y vibraciones serán un problema limitado por el tiempo de las obras. Pero los pescadores alertan de posibles cambios irreversibles a la dinámica de la bahía como, por ejemplo, las corrientes marinas. "¿Dónde está el informe del Centre Oceanogràfic de Balears que determine las posibles alteraciones de las corrientes marinas? Porque yo todavía no lo he visto", se preguntó el presidente de la cofradía.

Por último, Mas recordó que si se realiza el proyecto el del Molinar "no seguirá siendo un club de barrio" y alertó a los socios actuales de que podrán perder el control de la entidad, ya que pasarán a ser minoría frente a los 200 nuevos socios de pleno derecho, que "podrán formar una nueva directiva y tomar las decisiones que quieran".