La gerencia de Urbanismo celebrada ayer aprobó definitivamente una modificación puntual del Plan General, que permitirá el futuro desarrollo de cinco suelos urbanizables en los que, según el teniente de alcalde de Urbanismo, Jesús Valls, se podrían construir en un futuro "entre 4.000 y 5.000 nuevas viviendas".

La modificación supone la adaptación del Plan General al crecimiento residencial y turístico que permite el Plan Territorial de Mallorca, que para el caso de Palma, se fijó en un 5,01 por ciento, lo que suponía que se hubiera rebasado en 75 hectáreas la superficie urbanizable residencial.

El uso turístico se elimina en los polígonos industriales y de servicios de Son Rossinyol, Son Pardo, Son Morro, Son Oms, Son Ximelis, Can Fontet, Ca´s Pastors, Son Castelló y ses Calafates. De esta forma, se podrán desarrollar los suelos urbanizables de naturaleza residencial situados en Génova (10,3 hectáreas), Son Puigdorfila Sud ( 23,53 hectáreas), Son Sardina (8,83), Sa Bomba (9,2) y otras 42,31 hectáreas en Son Güells.

Con estos cambios se ha conseguido adaptar la normativa urbanística del Plan General al Plan Territorial de Mallorca, tal como exige la ley, "sin recalificar ni desclasificar ningún sector de los contemplados en el planeamiento de 2008", según el teniente de alcalde. Además, se produce un "sobrante" de 11 hectáreas de suelo residencial que el Ayuntamiento podría incluir como urbanizable en el próximo Plan General. El retraso de esta adaptación se ha debido principalmente a la tardanza en la emisión de los informes preceptivos por parte de algunos organismos, en especial de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA).

El hecho de que estos sectores residenciales sean considerados como urbanizables no programados hace que su desarrollo no sea inmediato, puesto que, para ello, se tendría que aprobar por Cort un Plan de Actuación Urbanística (PAU), por lo que los promotores no tendrían derecho de desarrollar el sector automáticamente.