­La Federació Palmesana d´Entitats Ciutadanes (Fepae) está tocada de muerte. No obstante, pese al acuerdo de disolución adoptado por la actual junta gestora el pasado día 30 de mayo, mantiene su sede en el denominado Hotel d´Entitats, situada en una de las plantas superiores del mercado municipal del Camp Redó.

El presidente de la gestora, Josep María Mulet, ha comunicado ya la fecha de celebración de la asamblea general extraordinaria en la que, si no hay novedad, se prevé proceder a la disolución de esta entidad veterana que ya cuenta con 22 años de existencia, además de "someter a la asamblea general, si procede, la solicitud de responsbilidad subsidiaria a la presidencia anterior". Una presidencia que, hasta el 28 de marzo del pasado año, fecha en la que fue elegido Mulet como nuevo presidente de la federación, ostentó una veterana del movimiento vecinal: Maria Soledad Sarabia. A falta de confirmar el lugar de la celebración, la asamblea extraordinaria ha sido convocada pra el próximo día 30 de junio.

La federación vecinal tiene un "agujero" económico de 80.000 euros, tal como se desprende de una auditoría interna realizada por los actuales gestores, hecho que imposibilita su continuidad como entidad, puesto que no puede hacer frente a los gastos comprometidos. En estos 80.000 euros se incluye la reclamación de 14.000 euros por parte del Ayuntamiento de Palma, a cuenta de gastos no debidamente justificados de la subvención recibida de la administración municipal para su funcionamiento en 2012.

Asimismo, la expresidenta reclama a la entidad otros 27.000 euros por el despido que ella misma se autotramitó. A las anteriores cantidades hay que añadir otras correspondientes a deudas con la Seguridad Social. Sarabia presentó su dimisión en 2013 en el transcurso de una asamblea general extraordinaria, que los gestores de la entidad consideran que constituyó un fraude, puesto que, entre otras cuestiones, no se presentaron las cuentas debidamente auditadas.

Una de las cuestiones que han llevado a la Fepae a la situación económica en la que se encuentra, está relacionada con el mantenimiento de los gastos de personal de años anteriores, cuando la aportación muncipal a su funcionamiento era más elevada.

En los últimos años, la aportación de Cort al mantenimiento tanto de la Fepae como de la Federació d´Associacions de Veïns de Palma (más antigua que la primera) ha ido disminuyendo paulatinamente hasta alcanzar en 2012 la cifra de 40.782,75 euros, de los cuáles 27.761 son para gastos generales y de mantenimiento.

En esta última cantidad se incluyen los gastos de personal y el sueldo de la anterior presidenta. Fuentes de la entidad indicaron que solo en este último apartado, y teniendo en cuenta que la retribución de la expresidenta no disminuyó pese a la merma de ingresos por subvención ya se superaban los 30.000 euros, cifra por encima de los 27.761 que aportaba Cort para la totalidad de gastos de mantenimiento y funcionamiento.

Por ello es "normal" que haya dificultades para justificar el resto de la subvención, que se destina a actividades concretas. Mientras el Ayuntamiento mantuvo el "grifo" abierto la entidad continuó funcionando acumulando deudas con proveedores y con la Seguridad Social, entre otros.

No obstante, cuando desde Cort se les exige que justifiquen debidamente los gastos realizados en concepto de actividades "se destapa el pastel". Después de la dimisión de Maria Soledad Sarabia en marzo del año pasado como presidenta, la asamblea de la entidad escogió al vicepresidente, José María Mulet, como cabeza visible de la federación.

Esta nueva directiva se convirtió en gestora, con prácticamente los mismos componentes de la anterior junta directiva, excepto el tesorero, que había dimitido, y la secretaria, que también lo había hecho por motivos personales.

Si bien la Fepae desaparecerá como federación vecinal, en principio, continuará en activo en su vertiente de asociación de consumo. De hecho, ya cuentan con la autorización del Govern y de un local en el denominado Casal de Consum del Ejecutivo autonómico.