El cine se aleja cada vez más de los ciudadanos. Podría ser una metáfora, pero es la mera constatación de una realidad física. Las primeras salas de proyecciones se instalaron en el centro de la ciudad. El Teatre Principal, el Balear, el Lírico, el Moderno, el Born, el Rialto, el Astoria... estaban en ubicaciones cargadas de historia. Junto al antiguo lecho del torrente de sa Riera, de espaldas a las murallas, en s´Hort del Rei...

Con la caída de las defensas renacentistas ideadas por el Fratín y la expansión extramuros de Palma nacieron los cines de barrio, aunque muchos de ellos tenían vocación cosmopolita. El Capitol, el Lumiére, el Metropolitan -donde vimos las primeras proyecciones en pantalla gigante o nos estremecimos con el sonido sensurround-, el Hispania, el Moderno de Santa Catalina, los Chaplin -donde los multicines supusieron una involución y todo tendía a hacerse más pequeño-, el Doré, el Alexandra... En los lindes de la ciudad vieja con la nueva abrieron sus puertas el Augusta, el Palacio Avenida, el ABC o el Rívoli. Con la democracia, las primeras salas X, que perdieron hasta el nombre, también se acomodaron en el Eixample.

La mayoría de estos cines ha desaparecido. Las proyecciones a oscuras y en pantallas con más superficie que una vivienda de protección oficial han pasado del barrio al extrarradio. Ya no damos un cómodo paseo para disfrutar o enfadarnos con la última de Woody Allen o Martin Scorsese. Ya no regresamos comentando la película, con cierto apresuramiento si ya es noche cerrada. Ahora un viaje al mundo de la fantasía supone tomar el coche y dirigirse a lugares que hace poco eran campo. Portopí está donde antaño estuvo el puerto natural de Palma. Ocimax se ha instalado cerca de donde Jaume I montó su campamento, a una prudente distancia de las murallas, durante el asedio de Madina Mayurqa. Si optamos por Festival Park traspasamos los límites territoriales de la capital para adentrarnos en Marratxí.

El centro, el barrio y el extrarradio. Una evolución desde el homo erectus sobre dos piernas hacia el hombre sobre ruedas.