"El edificio de Gesa es digno de protección, no solo por sus valores arquitectónicos, sino como representante de un período de la arquitectura del Siglo XX". La anterior afirmación es de Lilia Maure Rubio, profesora de composición arquitectónica de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid, requerida por el Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) para que elabore un peritaje en el que se determine si el inmueble obra del arquitecto Josep Ferragut i Pou "reúne valores históricos, arquitectónicos o de otra índole por los que pueda/deba ser incluido como un bien catalogado".

El dictamen de la experta fue requerido con el fin de que los miembros del tribunal diluciden si deben aceptar o no el recurso interpuesto por el Consell de Mallorca contra la sentencia del juzgado de lo contencioso administrativo número uno de Palma, que desprotegía el inmueble a instancias de la sociedad Josel SL, participada mayoritariamente por Núñez i Navarro.

La experta universitaria, no solo mantiene la necesidad de la preservación del edificio, sino que se alinea con los técnicos de la institución supramunicipal y señala que el grado de protección merece ser el de Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de Monumento en lugar de la de Bien Catalogado, acordada por la Comisión del Patrimonio en 2006, requerida por los técnicos. En definitiva, concluye que se trata de "un magnífico monumento de la Arquitectura Moderna en las Islas".

En consecuencia, como BIC, y debido a la integración del edificio en el entorno abierto, la experta señala asimismo que se debería establecer un entorno de protección en sus inmediaciones.

Igualmente, la profesora de la Politécnica madrileña, señala que, además de por sus valores patrimoniales, es importante tener en cuenta que Gesa "no fue un edificio aislado de un arquitecto, sino un eslabón en la profesional actuación que Josep Ferragut i Pou llevó a cabo en Mallorca hasta la fecha de su repentina muerte en 1968".

Ejemplo del International Style

Para la experta, Gesa "constituye uno de los escasos ejemplos nacionales -y el único balear- de lo que podríamos llamar la arquitectura International style". Recuerda que este movimiento arquitectónico, generado en la Europa de entreguerras configuró la ciudad moderna en base a un edificio "exento, que destacaba por su forma prismática y su fachada reflectante".

En este contexto, la autora del peritaje judicial, indica que el inmueble de Gesa representa "una de las mejores soluciones de lo que podríamos llamar el racionalismo constructivo-arquitectónico del Movimiento Moderno y del International Style". En las conclusiones del informe, que ya ha sido trasladado a las partes (el Consell de Mallorca como recurrente y a la sociedad Josel SL), se indica además que sus valores arquitectónicos "van del todo, como unidad integrada por la articulación de dos cuerpos distintos y en relación a su entorno; a lo parcial, es decir, la definición de su muro cortina y de la estructura de su planta libre; a lo puntual", incluyendo en este último apartado "el diseño del mobiliario, de las lámparas y luminarias, barandillas, picaportes y demás menesteres que pusieron en marcha el edificio".

Considera asimismo que el mobiliario original, pese a no estar realizado con materiales nobles, "es un magnífico ejemplo de diseño funcional". Igualmente, aboga por la protección de los restos que quedan de los picaportes, barandillas, luminarias y lámparas "que son de un diseño y originalidad exquisitos y de gran calidad".

El muro cortina

El denominado muro cortina, constituido por la fachada acristalada, es para la experta "el elemento del edifico que más lo vincula a las premisas del Internacional style".

Se trata de una solución "magníficamente ejecutada, perfectamente insertada en la modulación general del conjunto y que ha demostrado su funcionamiento -cerramiento, aislamiento, impermeabilización e insonorización- a lo largo de más de tres décadas". Señala además que "el muro cortina del edificio de Gesa es uno de los mejor realizados en el periodo de los años sesenta y setenta en España" y lo califica como "referente de un periodo histórico, económico, industrial y profesional", por lo que se trata del "elemento más representativo de la situación en la que se creó el proyecto y ha de ser, por tanto, "la parte del edificio cuya protección y conservación es indiscutible".

En informe también tiene cabida la crítica. Así, reprocha a Ferragut "la incorrecta terminación del cuerpo principal", aunque recuerda que en el proyecto original debía tener dos plantas más.

Con el fin de solucionar "el deterioro que presenta el coronamiento del edificio", propone "establecer un cierre óptico que de las proporciones ideadas por Ferragut para el proyecto original".

Manifiesta que la "buena disposición funcional" del proyecto confiere "vigencia al edificio para adecuarse en la actualidad a usos de carácter administrativo".

El informe también desmonta una de las cuestiones más criticadas del inmueble en relación a sus interferencias en la percepción de la ciudad histórica.

En este sentido, la experta señala que "el edificio se encuentra lo suficientemente distanciado como para no suponer ninguna interferencia, ni física ni visual, en el encuentro con el entramado histórico". Es más, considera que su entorno abierto le confiere "un valor añadido".