La escoleta municipal de Son Roca volvió a abrir ayer tras las obras para eliminar el amianto de los techos de la infraestructura. Los trabajos se iniciaron el pasado julio, después de que se produjera el desprendimiento de algunas planchas exteriores del edificio. La operación debía acabar en septiembre, de cara al inicio del curso escolar, pero la finalización se ha retrasado dos meses.

Las piezas con amianto se han reemplazado por placas de acero. Además, se han reforzado los forjados de hormigón, se ha impermeabilizado el tejado y se han arreglado los árboles del centro educativo. Los operarios han aprovechado también para pintar todas las aulas y baños interiores y parte de la fachada. La escoleta de Son Roca acoge a 106 niños de entre 0 y 3 años, que hasta ahora iban a clase al casal de barrio.