El Ayuntamiento de Palma dejará de ingresar 12 millones el próximo año por la decisión del equipo de gobierno de Mateo Isern de congelar los impuestos, tasas y precios públicos. Pese a ello, el Ayuntamiento dispondrá de 18 millones más para gastar en relación a los del presente año, puesto que el presupuesto municipal, aprobado ayer inicialmente y en solitario por el PP, suma 382,2 millones, un 5 por ciento más.

Si se tiene en cuenta el presupuesto consolidado, que incluye el propio del Ayuntamiento y el de las empresas municipales, los institutos y organismos públicos, las cuentas municipales alcanzan los 537,9 millones, 28,6 más que en 2013.

Los grupos de la oposición del PSOE y Més presentaron enmiendas a la totalidad que fueron rechazadas por el equipo de gobierno, que no aceptó tampoco ninguna de las modificaciones parciales planteadas.

Para la portavoz socialista en Cort, Aina Calvo, se trata de "unos presupuestos insolidarios con quienes lo pasan peor; injustos con el conjunto de los ciudadanos, que seguirán pagando más para continuar recibiendo menos a cambio, e inservibles para ayudar a salir de la crisis a medio plazo".

La también exalcaldesa defendió la enmienda a la totalidad planteada por el grupo socialista a las cuentas municipales, que definió como de "apagón social", afirmando que "las decisiones adoptadas no se basan en criterios de gestión, sino en premisas de carácter ideológico".

Refiriéndose a los 9 millones que se destinan al pago de los recibos pendientes de la factura eléctrica, manifesto que "quizás evitarán el recargo del recibo de la luz municipal, pero continuarán dejando a muchos de los ciudadanos a oscuras".

Criticó asimismo que, "mientras la pobreza se cronifica, el Ayuntamiento siga recortando prestaciones sociales", y negó que se hayan congelado los impuestos y tasas municipales, puesto que, en conjunto, y en comparación a 2011, "la presión fiscal se ha incrementado de media un 20 por ciento".

Insistió en que las partidas de Servicios Sociales bajan 2 millones, una afirmación negada por el teniente de alcalde de Hacienda, Julio Martínez, alegando que las cifras del próximo año y las de éste no son comparables debido a la remodelación municipal. Por su parte, el portavoz del grupo municipal Més, Antoni Verger, criticó que se haya elaborado un presupuesto municipal "prescindiendo de los ciudadanos", a pesar de que estamos "viviendo un momento de crisis y de emergencia social".

Calificó las cuentas presentadas como de "una estafa a la ciudadanía" porque "quieren hacer creer que las cosas van bien y se olvidan de decir, por ejemplo, que han subido el IBI un 14 por ciento en relación a 2011".

Asimismo, afirmó que "consiguen aumentar en 18 millones las posibilidades de gasto, porque incrementan el endeudamiento municipal pasando la deuda comercial a deuda financiera a largo plazo". Al respecto, sostuvo que, tal como se pone de manifiesto en las publicaciones oficiales del Ministerio de Economía y Hacienda, "en 2011 la deuda municipal era de 201 millones y ahora es de 336, y falta computar los 101 millones de la última operación de endeudamiento, por lo que a finales de año pasará de los 400 millones".

Al igual que el grupo municipal socialista criticó que 52 millones se destinen a los bancos y que se aumente la partida para pagar la factura eléctrica en nueve millones, pasando de los 6 presupuestados este año a los quince previstos para el próximo. El equipo de gobierno justificó esta subida en la necesidad de liquidar los atrasos con el fin de no pagar en el futuro el 20 por ciento de recargo.