El fenómeno L'espectacle del vuit volvió a maravillar a los espectadores que estallaron en aplausos en la Seu. Así, cada año son más las personas que asisten a este espectáculo en el que el rosetón de la Catedral de Palma se refleja en la pared formando un ocho pleno de luz y color.

Esta imagen, que tiene lugar dos veces al año -el 11 de noviembre (San Martín) y el 2 de febrero, por la Candelaria-, se contempló en su máximo esplendor este lunes a las ocho y media de la mañana y fue la delicia de todos los presentes.