­Cuando Luisa Tous Rovira nació, en España gobernaba Alfonso XIII, aún quedaba para la Primera Guerra Mundial y nada se sabía de los Primo de Rivera. Era un 30 de octubre de 1910. Fue la séptima de nueve hermanos, los nueve descendientes del matrimonio entre Josep Maria Tous i Maroto, el hijo ilustre de Palma, y Luisa Rovira Trullols.

Luisa Tous es la última hija de Tous i Maroto con vida. Acumula 103 años -muy bien llevados- a sus espaldas, que le han valido un arsenal de anécdotas e historias. Entre ellas, recuerda su infancia en Palma (su ciudad natal) y los años en los que veraneaba por Bendinat.

El éxito que cosechó su padre como escritor y dramaturgo les permitió manterse en los círculos sociales bienestantes de la época. "Tengo un recuerdo muy bueno de él. Era un gran poeta. Le llamaban el cantor de María, porque sus principales poesías están dedicadas a la Virgen", rememora.

Luisa reconoce que no se ha leído todas las obras de su padre, aunque explica que le entusiasmaban los versos que cada 8 de diciembre Tous i Maroto dedicaba a la Virgen y que salían publicados en La Almudaina, el periódico predecesor de DIARIO de MALLORCA. También recuerda que en los años en que el catalán estaba prohibido, su padre era de los pocos que podían escribir y representar obras teatrales en la lengua propia de la isla, ya que se granjeó el favor del régimen.

Luisa Tous se convirtió en profesora, pero porque la formación humanística le venía de tradición paterna. "Me veían cualidades como alumna, pero tampoco es que me entusiasmara estudiar", bromea.

Solo impartió clases durante un año en Son Ferriol, porque en seguida conoció a su marido. El flechazo fue de lo más dulce. Literalmente. "Fui a Valldemossa para la bendición del Sagrado Corazón y llevaba una bolsa con dulces. Se me acercó un joven y le di uno. Otro para mí, otro para él y así hasta que solo quedaba uno. Le propuse repartir el último dulce entre los dos y se sorprendió. Desde entonces no me dejó", explica entre risas. En compañía de su esposo, César Regueiro, militar gallego de la Armada, viajó a la ciudad marroquí de Sidi Ifni. Tras regresar a Mallorca, su curiosidad le ha llevó a "todos los países de Europa "menos a uno". "Nunca he ido a Londres, porque no me fío de que conduzcan al revés", cuenta.

Luisa Tous sigue fuerte como un roble. Solo ha tenido una operación a sus espaldas, que fue a los 94 años. Se vale por sí misma a la perfección y hasta hace unos años se encargaba de preparar todas las banquetes de Navidad y Pascua.

En su etapa de juventud, estudió en La Pureza. Hoy celebran allí una misa en su honor. Tras el oficio, disfrutará de una comida familiar con sus cuatro hijos, ocho nietos y ocho biznietos para celebrar su cumpleaños. ¿Y qué ha pedido como regalo? Una crema para mantenerse guapa. "Cada noche se limpia el cutis -dicen sus hijos- y se cuida mucho. Parece que tenga quince años menos".