Que los mallorquinistas estén tranquilos, porque la defunción del Lluís Sitjar todavía no ha llegado. En las últimas semanas el antiguo estadio rojillo ha sido envuelto por vallas de obra, pero los trabajos no afectan al estadio. Junto al gol norte del campo de fútbol, en unos terrenos que hasta ahora eran césped y pertenecían al parque de sa Riera, se está construyendo una nueva subestación eléctrica.

La obra fue anunciada a mediados de este año, pero se ha comenzado a ejecutar hace pocos. Estas primeras semanas se realizarán los trabajos de mayor intensidad -la estructura y los encofrados- de la futura instalación.

Los promotores de la obra son Endesa y Red Eléctrica de España, ya que, según explicaron fuentes de la primera compañía, la principal función de subestación será la transformación de la tensión energética para que llegue hasta los hogares. Las obras durarán hasta principios de verano y no está previsto que afecten al tráfico rodado. Los peatones verán que un tramo de acera de la calle de la Sínia del Gil está invadida por las vallas.