El tráfico fue fluido durante toda la jornada, gracias al dispositivo especial que organizó el ayuntamiento de Palma como en años anteriores. Hubo un refuerzo de 50 policías y se llegó a acuerdos para la apertura de varios aparcamientos de centros comerciales. Los coches aprovecharon para estacionar en todos los laterales de las calles cercanas, aunque no se provocaron grandes retenciones ni tan siquiera a mediodía.

La circulación del tráfico rodado fue muy rápida, en comparación a otros años, tanto para los que venían desde Son Dameto como para los procedentes del Palma Arena. El aparcamiento de sa Riera -uno de los que tiene menos clientes, más allá de los coches que se lleva la grúa- volvió a lucir un lleno de vehículos.

Además de la línea 9 de la EMT, el ayuntamiento habilitó unos autobuses especiales que partían de la Porta de Sant Antoni y que no tuvieron gran afluencia de pasajeros por la escasa promoción que tuvo la idea municipal.