Los primeros partidos de fútbol de Balears se disputaron en el velódromo de Tirador y el primer gran equipo de este deporte fue el Veloz Sport Balear. Sin embargo, los dirigentes del club ciclista nunca acabaron de ver con buenos ojos un juego en el que se daban patadas a una pelota y siempre rechazaron crear una sección específica o construir un campo reglamentario.

Hubo que esperar a que en 1916 Adolfo Vázquez Humasque, un ingeniero agrónomo de Madrid, fundara, junto con un grupo de amigos, la Real Sociedad Alfonso XIII. La primera decisión del club fue construir un campo con las medidas reglamentarias. Escogieron unos terrenos situados en el barrio de Bons Aires que al norte colindaban con el hipódromo y al sur con el cuartel de la Guardia Civil. Para situarlo con referencias modernas, estaba entre las calles General Riera, Blanquerna, Pere Martell y Pare Bartomeu Pou. Los terrenos fueron arrendados a la familia Ribas y las yuntas de mulas y cuadrillas de trabajadores reemplazaron los campos arados por una superficie más o menos regular.

Los palmesanos acudían con frecuencia a contemplar la evolución de los trabajos y, finalmente, el 5 de marzo de 1916 se estrenó el campo con un partido disputado entre el Alfonso XIII y el Victoria Eugenia, formado por los reservas de club. Los primeros se impusieron por 5 a 1. La construcción del campo y la dedicación exclusiva al fútbol que ofrecía el nuevo club propició el trasvase de jugadores de Veloz Sport al Alfonso XIII. De esta forma se puso fin a la hegemonía futbolística de la sociedad ciclista.

El Alfonso XIII solo necesitó un día para transformar su nombre en el de Club Deportivo Mallorca, ocurrió al día siguiente de la proclamación de la II República. Las instalaciones de Bons Aires fueron utilizadas hasta 1945. El 22 de septiembre de este año, el Mallorca estrenó categoría, la Segunda División, y estadio, es Fortí, que una década después fue bautizado como Lluís Sitjar para homenajear a su impulsor. En 1999 se produjo un nuevo traslado, en este caso a Son Moix. Pero todo había comenzado en el campo de Bons Aires.