Los pequeños participantes iban bien equipados con cañas, rejones de pesca y el resto de aparejos necesarios para disfrutar de una original mañana en el Portitxol. El Club Náutico organizó ayer una jornada infantil para que aprendiesen a pescar. Sin embargo, algunos ya sabían, porque sus abuelos o padres les han enseñado y porque habían acudido a ediciones anteriores.

Estaban inscritos una treintena de niños -incluso uno de un año- y desde las diez y hasta el mediodía estuvieron poniendo a prueba sus habilidades o suerte con las capturas, que después devolvieron al mar "para no matar peces minitalla", tal como destacó el responsable.

Antes de comenzar, los organizadores atrajeron a los peces hacia el puerto echando al agua pan y sardinas trituradas, por lo que la pesca infantil fue relativamente fácil, aunque siempre con la ayuda de los mayores. Pese a que unos pescaron más que otros, principalmente lisas y mabres, todos fueron ganadores y se llevaron su medalla. Hoy habrá más pesca, pero a cargo de los adultos.