­La Empresa Municipal de Aguas y Alcantarillado (Emaya) reformará para principios de 2013 un inmueble que alojará a buena parte de sus trabajadores de oficinas. Se trata del llamado edificio de redes, que está situado en el complejo que Emaya tiene en Son Pacs, junto al instituto de Secundaria homónimo. La edificación se va a ampliar durante los próximos meses para que puedan trasladarse allí 83 empleados que no están cara al público.

Los trabajos de ampliación del edificio de redes están en fase de concurso público. El precio máximo que pagará Emaya por las obras es de 2.990.000 euros. La licitación ha sido convocada en pleno agosto y ya corre el brevísimo plazo de 15 días para que las constructoras presenten la mejor oferta económica posible.

Las obras, según exige el pliego de condiciones, deberán durar cuatro meses como máximo. Una parte de la actual construcción deberá ser demolida para que la parte nueva esté unida. El grueso del coste del proyecto será para la nueva estructura y la adaptación del espacio para uso de oficinas. Por ejemplo, una superficie que ahora se destina a almacén pasará a ser ocupada por los trabajadores del servicio de atención telefónica. Además, se construirán despachos nuevos para los altos cargos de Emaya y una nueva sala de reuniones para el consejo de administración.

La sede que Emaya tiene en la calle de Joan Maragall data de 1970. Al faltarle espacio a la compañía, en 1998 estrenaron las instalaciones de Son Pacs que ya dejaron preparadas para futuras ampliaciones si hacía falta alojar a todos sus empleados públicos de aguas y alcantarillado.

Fruto de los cambios en la fachada marítima de Palma, el Ayuntamiento acordó en 2009 entregar como compensación a la constructora Núñez i Navarro la parcela de Joan Maragall en la que Emaya y el Instituto Municipal de Innovación (IMI) tienen su sede. Núñez i Navarro es la propietaria de los solares de Gesa, del parque de la Costa del Gas y del que está junto al edificio de Tráfico. El anterior equipo de gobierno quería todos esos terrenos para hacer una zona verde y los expropió a la constructora catalana. A cambio, aprobó cederles el solar de Emaya y otras parcelas en el Polígon de Llevant.

El actual equipo de gobierno sigue adelante con el plan, que implica vaciar las oficinas de Emaya y el IMI. La solución para la empresa de aguas es trasladarlos a Son Pacs, aunque los de innovación tienen una ubicación sin definir. Tal y como publicó este diario, una de las opciones que baraja el consistorio es disolver el organismo y repartir a sus trabajadores entre diferentes regidurías, por lo que a ellos no les haría falta una nueva sede.

Si el plazo de cuatro meses para ejecutar las obras de ampliación del edificio de redes de Emaya se cumple, el Ayuntamiento palmesano cumplirá el compromiso de vaciar la parcela de Joan Maragall para enero de 2014 y tenerla lista para la cesión a Núñez i Navarro.

No obstante, faltará un detalle por definir: adónde irán los empleados de Emaya que trabajan cara al público. La empresa pública ha pedido al consistorio que les ceda algún local con un mínimo de 200 metros cuadrados para que allí puedan alojarse los encargados de atención al cliente, de las ventanillas de información, de contratación y de recaudación. Estos cuatro departamentos son los que lidian a diario con la ciudadanía. El emplazamiento de esta futura sede aún no se ha desvelado.