La oferta es: "Se vende hotel acabado a precio de hotel en construcción", según el PSOE. Y la letra pequeña, subrayada por el grupo Més, indica que se trata de "una salida desesperada y una operación de maquillaje para obtener 40 millones de euros con rapidez y acabar las obras" del Palacio de Congresos anexo. Los dos grupos de la oposición en Cort consideran que el equipo de gobierno pretende "malvender" el establecimiento turístico para quitarse de encima el problema del recinto congresual, porque obliga al adjudicatario a alquilar esta infraestructura situada en la primera línea de Palma.

Sin embargo, la regidora de Més Marisol Fernández destaca que dicho problema se pospone, pero no desaparece, ya que en las cláusulas del convenio aprobado por la junta de gobierno, "lo que aparentemente son garantías para la explotación del Palacio, realmente son facilidades para que el adjudicatario se deshaga del recinto congresual y retorne al Ayuntamiento".

Lo mismo dicen los socialistas, que creen que es "inadmisible" que la empresa que compre el hotel "pueda desentenderse de la gestión [del Palacio] pagando una penalización, debido a que la prioridad de la administración debe ser la puesta en marcha y funcionamiento del Palacio de Congresos como infraestructura capaz de generar actividad económica y empleo".

La cuestión de fondo es que el recinto inacabado de la fachada marítima de Llevant ha pasado de ser un "proyecto estrella" a uno "estrellado", según Més, porque será un equipamiento ruinoso. "Si fuese atractivo, ya tendríamos empresas gestionándolo, pero lo único que ha habido son tres concursos desiertos", en palabras de Fernández.

Además, el PSOE recuerda que el precio de salida (40,5 millones) "no permite recuperar ni una mínima parte de la inversión". Y el alcalde, Mateo Isern, "ya ha cargado sobre las espaldas de los palmesanos 43 millones para pagar la deuda con Acciona y poder acabar las obras", dinero que sale de un reciente crédito y se suma a la inversión municipal realizada con anterioridad, es decir, 75,5 millones, por lo que en total Cort ha gastado 118,5 entre ambas infraestructuras. El grupo Més califica esta actuación de "regalo de patrimonio público", según sus palabras.

El regidor de Turismo, Álvaro Gijón, niega que el hotel cueste más y que el recinto congresual anexo vaya a ser deficitario, pero no sacan a concurso el Palacio de Congresos por separado porque "se necesita la financiación para acabar las obras. Si la administración tuviera 110 millones, ya estaría funcionando", según sus palabras.

Interés del sector

La Federación Hotelera señala que todavía es pronto para saber si empresas del sector en la isla se presentarán a la subasta del hotel, aunque su gerente, Inma Benito, asegura que "hay varias que ya han mostrado un interés inicial". No obstante, "primero tienen que hacer números, ver las posibilidades de ocupación y analizar el mercado de eventos y congresos. En resumen, elaborar un plan de negocio para saber si será rentable", indica.

La asociación de agencias de viajes especializadas en eventos y congresos (One DMC Mallorca) cree que "lo idóneo sería que la gestión del Palacio de Congresos corriese a cargo del Govern y el Ayuntamiento, no de la iniciativa privada", en palabras del portavoz, Mauricio Ginard. A pesar de ello, destaca que "su apertura será muy beneficiosa para la ciudad y, el día que ocurra, los políticos se darán cuenta del tiempo que se ha malgastado con la paralización de las obras".

Ginard pone como ejemplo que "este año hemos perdido la celebración de tres importantes congresos, de más de un millar de personas cada uno, por no tener una infraestructura adecuada. Las empresas buscan destinos alternativos a los de siempre y Mallorca es un caramelo, aunque por ahora pocos se lo creen".