"El botellón es incompatible con el turismo de calidad que queremos conseguir en la Platja de Palma mediante el Plan de Reconversión Integral (PRI) de la zona turística", manifestó ayer el gerente del consorcio y teniente de alcalde de Turismo de Cort, Álvaro Gijón (PP).

Por ello anunció que el próximo verano estará en vigor la nueva ordenanza de convivencia, de aplicación tanto en s´Arenal de Palma como en el de Llucmajor, en la que, entre otras cuestiones, se prohibirá la práctica del botellón durante todo el día y en todas las zonas, no solo tres horas entre las diez de la noche y la una de la madrugada y en dos de los cinco kilómetros de primera línea como ahora.

La nueva norma también regulará la venta de cubos para el botellón, además de prohibir, o al menos regular, otras conductas que ahora constituyen un problema para la imagen de la zona turística como la presencia de trileros, las masajistas que acosan a los turistas, la venta ambulante y las prostitutas. El consorcio de la Platja de Palma está ultimando el borrador de esta nueva normativa que pretende tener listo en noviembre o diciembre del presente año para que pueda ser aprobada por los respectivos ayuntamientos de Palma y Llucmajor y esté en vigor en junio de 2014.

En la misma línea sobre la erradicación del botellón, se pronunció ayer el presidente de la asociación de hoteleros de la Platja de Palma, Francisco Marín, para quien la limitación que entró en vigor ayer es "insuficiente tanto por horario como por la zona a la que afecta".

La asociación hotelera, en un acto en el que participó el concejal de Seguridad Ciudadana de Cort, Guillem Navarro, presentó ayer un tríptico en el que se alerta a los turistas de los principales problemas de la zona: vendedores ambulantes, trileros, carteristas, claveleras, masajistas, prostitutas, consumo de alcohol y suciedad.