Mallorca cuenta con una pequeña comunidad coreana. No hay más de diez personas procedentes del país asiático. Dos de ellas son Yang-Soo Kang y Hyun Ju Chong, propietaria y jefa de chef del Bi Bap, el rincón de Asia de la plaza Mercat. Abierto apenas dos meses atrás.

El Be Bap es un plato de Corea, una mezcla de arroz con ensalada, caliente y picante. Parece ser que es muy nutritivo. "Las estrellas de Hollywood lo comen", ríe Yang Soon Kang, propietaria junto a su marido, el arquitecto Andrés Serra, de este rincón que gana adeptos desde su arranque.

Ella es hija de una gran cocinera coreana que rompió moldes en Hamburgo, en el barrio de Schanze, hoy en boga pero que 35 años atrás era una zona muy deprimida. "Golpeaban a la puerta de su casa porque olía rico, así es que ella decidió abrir un chiringuito hasta que acabaría convirtiéndose en toda una institución. aquel pequeño local daría paso a una cadena de restaurantes coreanos en la ciudad portuaria de Alemania.

Andrés, hijo y nieto de urguayos y de madre boliviana, aunque él nació en Chile, vivió con su familia el exilio en la dictadura de Pinochet. "Mi padre era profesor de universidad y con la dictadura hubiera acabado preso. Mis padres cogieron a sus 6 hijos y emigraron a Europa", cuenta. Por su sangre, corre también el río de Mallorca. "Mi bisabuelo Serra Ferrer salió de un barco de Cataluña hacia América Latina", apunta.

En Hamburgo conoció a Yang-Soon. "Echaba de menos la comida de mi país. Aquello que empezó siendo una broma, ha tomado forma en un restaurante cuyos platos principales alternan el kimshy, una ensalada hecha a base de col fermentada y que es considerada uno de los cinco ingredientes más sanos del mundo.

Al frente de la cocina, Huyn-Ju Chong, como chef, apoyada por el cocinero de Filipinas Enrico Nunag. "La comida coreana se sirve toda a la vez en la mesa, de tal modo, que cada persona hace su propio plato. Hay más de diez guarniciones. Por eso se dice que la cocina coreana la haces tú en tu boca", detalla la chef.

En la Fundación Alicia la llamaron para buscar "la esencia de la cocina corena". Ella presentó el proyecto Jang en base a la soja fermentada con agua y sal y que se usa en todo tipo de salsas de la gastronomía de Corea. "Recuerdo a mi abuela cocinando aquella salsa", apostilla Yang-Soon.

En Bi Bap uno puede imaginarse, gracias a los relatos de Yang-Soon y de Hyun-Ju, escenas propias de películas del estilo de Comer, beber, amar. Desde la mañana, el olor de un local que cuida sus detalles y tiene la impronta de la arquitectura de André, te va abriendo boca. Satisfechos de la "buena" acogida de los mallorquines, no dudan en emular a la madre de Yang-Soon y acabar montando una cadena.